Un total de 38 estados, entre los que se encuentra España y el resto de países europeos, además de Marruecos, reorganizarán su espacio aéreo el próximo 24 de enero para incrementar su capacidad aérea, mediante la introducción de seis nuevos niveles de vuelos entre los 29.000 y 41.000 pies (9.600 y 13.600 metros), los más saturados y solicitados por la aviación comercial.
Un total de 38 estados, entre los que se encuentra España y el resto de países europeos, además de Marruecos, reorganizarán su espacio aéreo el próximo 24 de enero para incrementar su capacidad aérea, mediante la introducción de seis nuevos niveles de vuelos entre los 29.000 y 41.000 pies (9.600 y 13.600 metros), los más saturados y solicitados por la aviación comercial. La agencia europea de control aéreo, Eurocontrol, ha coordinado el Programa RVSM (Separación Vertical Mínima Reducida, en inglés), por el que la separación mínima entre aeronaves se reducirá de 2.000 (600 metros) a 1.000 pies. La nueva configuración del espacio aéreo europeo en estos niveles de vuelo, utilizados principalmente por la aviación comercial, permitirá un incremento de la capacidad aérea de, aproximadamente, un 20 por ciento, así como de los trayectos más óptimos para el rendimiento de los motores y fuel, que supondrá un ahorro de entre el 2 y 3 por ciento del combustible a los operadores aéreos. Además, el nuevo programa supondrá una mejora de la capacidad y repercutirá positivamente en los retrasos aéreos, según el director del Programa RVSM, Joe Sultana. "La implantación del RVSM en el área del Atlántico Norte en marzo de 1997 fue una experiencia pionera. Sin el éxito obtenido en este caso, Europa estaría aún muy lejos de ponerlo en marcha. La implantación de la separación vertical de 1.000 pies en un espacio continental complejo y saturado como el europeo significa que podría ponerse en marcha a nivel mundial y, de hecho, el objetivo es introducir la separación RVSM en otras regiones de ICAO (Organización Internacional de Aviación Civil) a finales de esta década", añadió. Para que las compañías aéreas puedan volar a partir del 24 de enero han tenido que solicitar la certificación adecuada a la Dirección General de Aviación Civil. Así, unos 350 aviones comerciales españoles han tenido que ser inspeccionados obligatoriamente para comprobar que cuentan con los equipos necesarios para poder volar con menor separación entre aviones. Así, más de 8.000 aviones de 150 aviones diferentes han tenido que ser provistos de altímetros más modernos; unos 60 centros de control de tráfico aéreo han tenido que ser coordinados, mientras que cientos de controladores aéreos han recibido un entrenamiento especial. La separación RVSM está considerada como uno de los métodos más eficaces, desde el punto de vista de los costes, para conseguir más capacidad aérea en un espacio como el europeo, que está alcanzando su capacidad límite en determinadas rutas y en el que la demanda del tráfico sigue creciendo, indicaron fuentes de Navegación Aérea. Así, se prevé que el RVSM incremente un 20 por ciento la capacidad aérea y proporcione el potencial suficiente para conseguir a largo plazo doblar la capacidad diaria de vuelos. La Asociación Internacional de Tráfico Aéreo (IATA) estima que la introducción del programa supondrá ahorros de costes de, aproximadamente, 2.000 millones de euros (332.772 millones de pesetas) en 2014. El 96 por ciento del ahorro provendría, básicamente, de la reducción de los retrasos, mientras que el resto sería atribuible al descenso del consumo de combustible derivado de la mayor disponibilidad de los perfiles de vuelo más ventajosos y en los niveles más altos de vuelo.
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