La compañía aérea Scandinavian Airlines System (SAS), que adquirió recientemente a su competidora noruega Braathens, no prevé a priori realizar una adquisición mayor en 2002, que será un año de consolidación para el Grupo, según declaraciones del director general de la aerolínea, Joergen Lindegaard.
La compañía aérea Scandinavian Airlines System (SAS), que adquirió recientemente a su competidora noruega Braathens, no prevé a priori realizar una adquisición mayor en 2002, que será un año de consolidación para el Grupo, según declaraciones del director general de la aerolínea, Joergen Lindegaard. "Estamos muy ocupados reorganizando el 2002, por lo que no preveo ninguna otra adquisición", declaró el presidente de la compañía. "Las oportunidades llegan cuando menos las esperas por lo que si surgiera alguna podríamos discutirla, pero no haremos ninguna gestión por iniciativa propia", añadió. La aerolínea SAS cerró el pasado día 21 de diciembre la compra de la compañía regional noruega Braathens por 109 millones de euros (18.136 millones de pesetas), en una operación que le permite tener casi el monopolio en el mercado noruego. No obstante esta afirmación de Lindegaard, fuentes de esa compañía aseguran que SAS prevé asociarse con la compañía finlandesa Finnair o comprar el 21,5 por ciento del capital que el Grupo aéreo Swissair controla en la compañía polaca LOT. Asimismo, la compañía ha anunciado el despido de 3.600 empleados, lo que supone entre un 12 y un 13 por ciento de su plantilla después de haber registrado unas pérdidas de más de 22 millones de euros (3.660 millones de pesetas) en el segundo trimestre de 2001. "Es necesario incrementar el desarrollo de algunas líneas, el cierre de otras, realizar inversiones que reduzcan los costes y despedir una parte de nuestros efectivos. Todo esto es difícil de hacer y de comprender", subrayó Lindegaard. Por otra parte, la compañía estudia una reforma para suprimir su clase bussines, cuyo tráfico ha disminuido notablemente tras los atentados del 11 de septiembre. "Esta decisión no depende de nosotros sino de los hombres de negocios, si éstos continúan usando la clase turista serán ellos quienes harán que desaparezca la clase bussines", explicó Lindegaard. Según las cifras publicadas ayer, el número de pasajeros de clase bussines ha disminuido un 15,9 por ciento en diciembre de 2001 en relación a 2000. "No sabemos si ésto podrá soportarse a largo plazo, lo único que sabemos es que no podemos operar con un número de pasajeros menor que en 2000, año récord para nuestro sector", concluyó el director general de la compañía.
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