Los balnearios españoles registraron 670.000 clientes en 2001, un 12 por ciento más que en el año anterior, y unos ingresos de 144,2 millones de euros (24.000 millones de pesetas), según los datos provisionales de la Asociación Nacional de Estaciones Termales, a los que tuvo acceso Europa Press.
Los balnearios españoles registraron 670.000 clientes en 2001, un 12 por ciento más que en el año anterior, y unos ingresos de 144,2 millones de euros (24.000 millones de pesetas), según los datos provisionales de la Asociación Nacional de Estaciones Termales, a los que tuvo acceso Europa Press.Según explicó la gerente de la Asociación, María Teresa Grande, el número de visitantes es aún mayor, puesto que las estadísticas no incluyen a los clientes que no se someten a un tratamiento en las termas. En este sentido, indicó que el número de visitantes de fines de semana está aumentado, como también la afluencia de niños y la edad media de los clientes se ha situado en los 40 años en 2001 frente a los 44 de los años precedentes. La demanda creciente en los balnearios ha llevado a diseñar proyectos de ampliación a unos 9 balnearios de los 128 que existen en España entre los que se encuentran Termas de Montbrió, Termas de Lugo, Fortuna-Leana (Murcia), El Raposo (Badajoz), Sicilia (Zaragoza) y Tus (Albacete). Las modificaciones supondrán en muchos casos duplicar la capacidad de las instalaciones y una inversión global que podría superar los 48 millones de euros (8.000 millones de pesetas) en 2002. También este año se abrirá el Balneario de Lobios (Orense), que contará con un hotel de cuatro estrellas con capacidad para 200 personas. La inversión en la nueva estación termal ascenderá a unos 18 millones de euros (3.000 millones de pesetas) y prevé inaugurarse el próximo mes de marzo. Todas las comunidades españolas cuentan con balnearios, excepto Ceuta, Melilla y Madrid, siendo más numerosos en Galicia, Cataluña y Andalucía. La gerente de la Asociación Nacional de Estaciones Termales señaló que lo que diferencia a los balnearios de otros establecimientos similares es la propiedad mineromedicinal de sus aguas, a las que no se les añade ningún otro componente para que mantengan sus propiedades naturales.
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