Vientos de incertidumbre y nerviosismo azotan al sector hotelero balear. El último estudio presentado ayer por la consultora Ernst & Young desvela que la ocupación hotelera cayó el pasado mes de noviembre hasta un 16% respecto al mismo periodo del año anterior.
Vientos de incertidumbre y nerviosismo azotan al sector hotelero balear. El último estudio presentado ayer por la consultora Ernst & Young desvela que la ocupación hotelera cayó el pasado mes de noviembre hasta un 16% respecto al mismo periodo del año anterior. Cifras que aún son más preocupantes si se tiene en cuenta, según explica Antonio Salas, socio director de la consultora que presentó el informe, «Indicadores Económicos de la Industria Hotelera Española», «el agravante añadido de que durante noviembre cerraron un 3% más de establecimientos de la planta hotelera que permanecía abierta que en el mismo mes del año 2000». Pero, si 2000 ya no cumplió las expectativas esperadas y los éxitos cosechados durante el histórico 1999, el balance del año que acaba de terminar ha quedado empañado por los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. «La hostelería balear demostró un grado de madurez en 1999, que se ha visto alterado de forma repentina», agrego Salas, «por el martes negro en Nueva York». Aunque los indicios apuntan a que «el efecto rebote ha provocado un descalabro acelerado», Salas confía en que «la recuperación también pueda efectuarse de forma rápida abordando a tiempo una incipiente crisis». El vicepresidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Ignacio Esteve, ahondó en la parálisis de las reservas que padece en la actualidad el sector hotelero e hizo un llamamiento a la Administración para que impulse y promocione a la industria turística: «Las administraciones tienen que ser conscientes de que los empresarios por sí solos no pueden competir en el exterior y el Gobierno debería dar a la industria turística del país la importancia que merece». Asimismo, Esteve profundizó en la actualidad turística y advirtió que «la situación que hoy atraviesa el sector no sólo es consecuencia de los atentados terroristas, sino de la incertidumbre económica que existe en los principales países emisores». (Chesca Díaz, diario El Mundo.El Día de Baleares, 17/01/02)
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