La ruptura del pacto entre la británica British Airways (BA) y la estadounidense American Airlines (AA)provocará un vuelco de 180 grados en el rompecabezas empresarial de las aerolíneas europeas.
La ruptura del pacto entre la británica British Airways (BA) y la estadounidense American Airlines (AA)provocará un vuelco de 180 grados en el rompecabezas empresarial de las aerolíneas europeas.Los mercados financieros ya se han percatado de que British Airways necesita un socio para ajustar su capacidad y, así, reducir riesgos en el mercado estadounidense. A la británica no le quedará más remedio que buscar otras opciones si es que quiere recomponer su negocio, muy afectado tras los atentados del 11 de Septiembre por su gran exposición al tráfico del Atlántico Norte. Empiezan a hacerse quinielas y, de hecho, ayer los títulos de la holandesa KLM se dispararon un 8% en Bolsa por los rumores que apuntan a un posible acuerdo entre ambas compañías. «KLM disfruta de la inmunidad antimonopolio gracias a la alianza con la estadounidense Northwest, lo que podría despejarle el terreno en el mercado norteamericano», apunta Antonio Castell, de Safei. Y si BA comienza a mover ficha en un sector, en el que la UE no cree que haya hueco para cinco o seis compañías, la competencia irá a la zaga. Según algunos analistas, la ruptura entre BA y AA y los movimientos que se derivarán en el sector, también ha tenido su reflejo en la cotización de Iberia, en la que la británica y la estadounidense participan con el 10% del capital. Ayer, la española se revalorizó casi un 6%, alcanzado su máximo histórico 1,25 euros por acción desde su estreno bursátil el pasado mes de abril. Los analistas coinciden al afirmar que Iberia ha recuperado la atención de los inversores por las expectativas de que participe en alguna de las alianzas o fusiones entre compañías que se esperan en el corto plazo en el contexto internacional. El valor añadido que representa para los grandes le ha otorgado la posición de niña bonita en el sector. Con el potencial crecimiento del mercado español, su posición en América Latina o su salud financiera no le harán que le falten candidatos que le propongan matrimonio. Precisamente, es esa posición, según fuentes de Iberia, la que le otorga opción de elegir, cuando llegue el momento, al aliado con el que embarcarse. Otros analistas, sin embargo, explican la subida de Iberia a sus resultados de 2001 que, aunque no han sido buenos, están por encima de los de sus competidores europeos. La frustrada operación conjunta entre BA y AA por las leoninas condiciones impuestas por el Departamento de Transportes estadounidense, pone también en entredicho el futuro de One World, la alianza comercial que lideran, y en la que participa Iberia. «One World queda debilitada ante sus rivales, Star Alliance y Sky Team, por la escasa fortaleza en rutas compartidas hacia el Atlántico Norte», dice Pedro Cuadrado, de BSN Banif, que no descarta movimientos entre los socios de la agrupación. (Mercedes Gómez, diario El Mundo, 29/01/02)
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