Trasmediterránea obtuvo un beneficio neto de 19 millones de euros en 2001, un 60 por ciento más

La naviera pública Trasmediterránea obtuvo un beneficio neto de 19 millones de euros (3.161 millones de pesetas) en 2001, lo que supone un incremento del 60 por ciento respecto a 2000, según informó en Fitur su presidente, Miguel Ángel Fernández Villamandos. El resultado de explotación ascendió a 16 millones de euros (2.662 millones de pesetas), un 300 por ciento más en relación al año anterior; mientras que los ingresos aumentaron un 18 por ciento, hasta situarse en los 329 millones de euros (54.741 millones de pesetas), proporcionados al 50 por ciento por la actividad de transporte de viajeros y de carga. En 2001, Trasmediterránea transportó 3,5 millones de pasajeros, un 8 por ciento más que en 2000. Fernández Villamandos expresó su satisfacción por los resultados obtenidos en 2001, que atribuyó al control de costes fijos y a la incorporación de nuevos barcos más eficientes. La compañía incorporó cuatro nuevos buques a su flota el pasado año: el ro ro Super Fast Levante en la línea Cádiz-Canarias; el catamarán Alborán en la ruta Algeciras-Ceuta y los superferries Sorrolla y Fortuny en la línea Barcelona/Valencia- Palma de Mallorca. La naviera prevé mejorar los resultados en 2002, a pesar de la situación "difícil" y de incertidumbre por la que atraviesa el sector de transportes tras los atentados del pasado 11 de septiembre en Estados Unidos. En este sentido, indicó que Trasmediterránea espera mejorar los ingresos entre un 5 y 6 por ciento este año y obtener unos beneficios hasta un 20 por ciento mejores que los alcanzados en 2001. "El sector es optimista con la evolución del mercado, aunque sí es cierto que el nivel de reservas es inferior al del año anterior, aunque esto se debe al nuevo comportamiento de los viajeros que realizan sus reservas a última hora", afirmó Fernández Villamandos. Trasmediterránea ha invertido unos 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas) en los últimos dos años, principalmente destinados al plan de renovación de flota, según explicó el presidente de la compañía. Los proyectos para 2002 se centrarán en la incorporación de tres nuevos barcos: el buque Murillo a la línea de Baleares, un buque de alta velocidad en la ruta Málaga-Melilla y otro barco más en Canarias. Además, la compañía pondrá en marcha el próximo mes de marzo una nueva terminal en el Puerto de Valencia, que se utilizará también para cruceros, en la que ha invertido 4,3 millones de euros (715 millones de pesetas). La Autoridad Portuaria de Valencia destinó a Trasmediterránea una superficie de 40.000 metros cuadrados, donde se ubican la nueva terminal (de 4.000 metros cuadrados), los accesos y los aparcamientos para los vehículos de pasajeros. Respecto al proceso de privatización de la compañía iniciado por la SEPI el pasado mes de octubre, el presidente de la naviera indicó que actualmente se está elaborando el cuaderno de venta, que podría estar concluido el próximo mes de febrero. A partir de entonces, la sociedad estatal elegirá a los posibles compradores y el proceso de venta podría estar finalizado en junio de este año. Fernández Villamandos insistió en que la venta de la compañía se realizará en bloque y que la privatización no conllevará ningún recorte "drástico" de la plantilla, porque "ya es muy ajustada". En relación a si es preferible que la compañía compradora sea española, explicó que en el concurso participarán empresas "de dentro y fuera de España, como en todos los procesos de privatización dirigidos por SEPI". El precio de la compañía oscilaría entre los 453,2 millones de euros (75.412 millones de pesetas), teniendo en cuenta el precio de las 102 acciones que cotizan en la Bolsa de Madrid (75 euros); o los 292,7 millones de euros (48.700 millones de pesetas) teniendo en cuenta el precio de la participación en libros (48,4 euros).