El desánimo crece entre el sector turístico. A los malos resultados que está arrojando la temporada de invierno y la incertidumbre de si el mercado logrará recuperarse este verano hay que sumar unas perspectivas nada halagüeñas para esta Semana Santa. Unas vacaciones que están a la vuelta de la esquina y que son el preludio del inicio de la temporada alta.
El desánimo crece entre el sector turístico. A los malos resultados que está arrojando la temporada de invierno y la incertidumbre de si el mercado logrará recuperarse este verano hay que sumar unas perspectivas nada halagüeñas para esta Semana Santa. Unas vacaciones que están a la vuelta de la esquina y que son el preludio del inicio de la temporada alta. Tanto el sector hotelero como de oferta complementaria coinciden en que calificar la temporada de invierno de «mala» es quedarse corto y aseguran que no les va a favorecer que la Semana Santa se adelante y se celebre este año a finales de marzo. El presidente de la Asociación Hotelera de Alcúdia, Miquel Ramis, explica que este invierno «se han abierto hoteles que ni siquiera cumplen los requisitos mínimos de ocupación». Las previsiones para Semana Santa indican que en esta zona de la isla sólo abrirá un 40% de la planta hotelera «cuando lo normal -indica Ramis- es que para esas fechas abra entre el 80 y el 90%». Una cuestión que preocupa a los hoteleros es que esta situación está afectando a las contrataciones. «Hay que ser realistas, a estas alturas las ventas han descendido cerca de un 30% y esto va a ocasionar que los empresarios contraten al personal mínimo. Después, si la temporada mejora se irá ampliando la plantilla». A esta situación se une la incertidumbre que se vive en el sector con motivo del anuncio de la aplicación de la ecotasa a partir de mayo. En el caso de Alcúdia y otras zonas del norte de la isla una parte importante del negocio turístico se centra en el mercado familiar. Los empresarios auguran consecuencias muy negativas. «Este tipo de turismo es muy riguroso y la aplicación de la ecotasa va a provocar que un señor que ya tenga comprado su paquete de vacaciones lo anule cuando le avisen de que debe pagar un euro por pernoctación, porque esto significa un cambio de condiciones. Más tarde esta misma persona puede volver a comprar el mismo paquete cuando salgan las ofertas de última hora», señala Miquel Ramis. En la zona de la Platja de Palma la ocupación de los establecimientos hoteleros está por debajo del 50%, y las previsiones para Semana Santa y la temporada de verano no son optimistas. Según el presidente de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma, Jordi Cabrer, actualmente están disponibles poco más de la mitad de las 42.000 plazas inscritas en esta asociación. Con fecha de 31 de enero, la planta hotelera contaba con 21.400 plazas abiertas, de las cuales, sólo un 50% estaban ocupadas. La única excepción, con una ocupación de alrededor del 80%, son los hoteles que trabajan con el Imserso. Las previsiones para Semana Santa en Playa de Palma indican que «tendremos un 50% de ocupación, mientras que el año pasado se vendieron entre el 80 y el 90% de las plazas hoteleras», dice Jordi Cabrer. Asimismo, confirma las cifras que ya se han adelantado desde la Federación Hotelera para este verano, se estima que la ocupación de los hoteles de la Playa de Palma estará un 30% por debajo del nivel del año pasado. La gran preocupación de estos hoteleros es el mercado alemán, que emite el 80% de la clientela de la Playa de Palma. «Los ingleses no vienen, y el turismo español es muy estacional. Si nos fallan los alemanes....» La situación económica en Alemania, con una tasa de desempleo del 10,4% y las discusiones sobre la ecotasa no permiten diseñar un panorama alentador para este verano. Otro «handicap» añadido es, según Cabrer, la negociación del nuevo convenio colectivo de los trabajadores de hostelería, ya que el actual expira el próximo 31 de marzo. Teniendo en cuenta la huelga del transporte discrecional de julio del año pasado, que tuvo consecuencias muy negativas para el sector, Jordi Cabrer expresó su esperanza en que «el tema se arregle rápido» y no vuelva a repetirse este año otra huelga. El sector de la restauración también habla de «desánimo». Desde la Asociación de Restauración se asegura que muchos establecimientos que cierran en invierno y esperan a Semana Santa, «no se van atrever a abrir, por no quedarse con el personal sin la sificiente clientela». La asociación pide que se haga promoción en el mercado nacional «es el mejor que tenemos» para poder compensar la menor afluencia de turistas extranjeros. (CH .M./ M. JM. , diario El Mundo-El Día de Baleares, 11/02/02)
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