España: Los Municipios mallorquines piden que se compense el gasto de mantenimiento de las infraestructuras que consume el turismo

Esta es la opinión general de los participante en la tertulia del programa Hosteltur Televisión que anoche en el Canal 4 de Mallorca debatió hasta qué punto es necesario el turismo para el desarrollo de un municipio. En el debate, la alcaldesa de Calviá, Margarita Nájera recordó que hace 40 años los vecinos de su pueblo emigraban a Cuba y a la Argentina en busca de una vida digna. Hoy es el municipio más rico de España gracias al turismo. Nájera defendió que la inversión pública debe llegar a todos los municipios que tienen que dar servicio al turismo. Juan Bauzá, el Concejal de Turismo del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, consideró necesario aprobar la Carta de Capitalidad para que Palma pueda recibir las ayudas económicas que necesita: unos 2.500 millones de pesetas al año para hacer frente al coste que supone la visita de 8 millones de turistas. Los alcaldes de Artá y Campos, explicaron que en su día, estos municipios apostaron por preservar su territorio del auge del turismo de masas. Hoy son dos zonas naturales de gran interés ecológico, pero que reciben igualmente turistas sin obtener los beneficios económicos de esta actividad. Monserat Santandreu, alcalde de Artá, reclamó la financiación del gasto que produce la presencia de turistas en el municipio, apostando por la aplicación de la ecotasa como una buena medida que ha de compensar a los municipios no turísticos que perdieron el tren del desarrollo económico en beneficio de la preservación del entorno natural. Andreu Prohens, alcalde de Campos, explicó los problemas de su ayuntamiento para mantener los siete kilómetros de playa más famosos de Baleares ?La playa de Es Trenc-, visitada por 10.000 personas cada día, y sin tener ingresos por turismo. Y se quejó de la postura del Gobierno Balear que impidió que se construyera un campo de Polo en el municipio, que ha sido la única propuesta turística de calidad de los últimos años. Finalmente todos los representantes municipales coincidieron en que el turismo residencial es un mal negocio para las islas al consumir territorio, favorecer la especulación de terrenos y viviendas, y no aportar riqueza, pero coincidieron en el beneficio cultural que ha representado la llegada de estos "vecinos comunitarios" que no turistas, que han recuperado las antiguos estilos de construcción y han aportado un toque de calidad ambiental en sus propiedades. (HOSTELTUR)