Las reservas de turistas británicos realizadas entre enero y febrero de este año para contratar sus vacaciones estivales en la Costa Brava (Girona) han bajado entre un 12 y un 15 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, y las de ciudadanos alemanes han caído hasta un 30 por ciento, según el presidente de la Confederació Catalana d'Hostaleria, Joan Molins. En la Costa Dorada (Tarragona), por su parte, la situación ha sido peor entre enero y febrero respecto a los dos primeros meses de 2001: el descenso de reservas de turistas británicos alcanza el 25 por ciento y el de alemanes es del 30 por ciento.
Las reservas de turistas británicos realizadas entre enero y febrero de este año para contratar sus vacaciones estivales en la Costa Brava (Girona) han bajado entre un 12 y un 15 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, y las de ciudadanos alemanes han caído hasta un 30 por ciento, según el presidente de la Confederació Catalana d'Hostaleria, Joan Molins. En la Costa Dorada (Tarragona), por su parte, la situación ha sido peor entre enero y febrero respecto a los dos primeros meses de 2001: el descenso de reservas de turistas británicos alcanza el 25 por ciento y el de alemanes es del 30 por ciento. La Confederación se reunió este fin de semana en Girona para analizar algunos aspectos de la próxima temporada turística. Según Molins, "los empresarios somos moderadamente pesimistas ante el descenso de reservas", aunque animó al sector "a no rebajar precios y afrontar la situación siguiendo apostando por la calidad". El presidente de la Confederación, que agrupa a unos 50.000 establecimientos de Catalunya, se mostró, pese a todo, esperanzado "en poder reconducir la situación y aprovechar que otros mercados como el holandés y el belga funcionan bien y confiar en que no se tuerzan las cosas por lo que respecta al turismo francés y del resto de España". Molins atribuyó el descenso de reservas de turistas británicos y alemanes a "la competencia de otros destinos como Croacia, Bulgaria y Turquía, y no a los efectos del 11 de septiembre, ya que, según encuestas recientes, sólo un 3 por ciento de personas admiten no viajar por motivos de seguridad". En este sentido, reclamó "un esfuerzo promocional a la Generalitat para intentar recuperar cuota en el mercado alemán". Durante la reunión también se analizó el problema de falta de personal. Molins cuantificó que para este verano el sector necesitará en Lleida a 550 personas, unos 2.000 trabajadores en Girona y 3.000 en Tarragona. El presidente de la Confederación no facilitó datos sobre la provincia de Barcelona.
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