La Organización Internacional del Transporte Aéreo (IATA, según sus siglas en inglés) y las organizaciones europea e internacional que agrupan a las agencias de viajes (Ectaa y Uftaa) han abierto un proceso negociador para dotarse de un nuevo marco legal que regule sus relaciones comerciales. El nuevo contrato, del que ya se ha elaborado un primer borrador, que ya ha sido rechazado por las agencias, pondría fin al que actualmente está en vigor y que tiene medio siglo de edad.
La Organización Internacional del Transporte Aéreo (IATA, según sus siglas en inglés) y las organizaciones europea e internacional que agrupan a las agencias de viajes (Ectaa y Uftaa) han abierto un proceso negociador para dotarse de un nuevo marco legal que regule sus relaciones comerciales. El nuevo contrato, del que ya se ha elaborado un primer borrador, que ya ha sido rechazado por las agencias, pondría fin al que actualmente está en vigor y que tiene medio siglo de edad.Representantes legales de las compañías aéreas y la organización que les representa internacionalmente (IATA) y delegados de las agencias de viajes y sus organizaciones internacionales (Ectaa y Uftaa) están elaborando un nuevo contrato que regule sus relaciones comerciales. El nuevo contrato pondrá fin al que ha regido los negocios entre las aerolíneas y las agencias a lo largo de los últimos 50 años. El primer borrador elaborado en enero pasado ya ha sido rechazado por la representación de las agencias de viajes que consideran que 'es inaceptable', ya que 'sigue recogiendo sólo los intereses de las líneas aéreas', según un documento interno de las organizaciones que representan a las agencias al que ha tenido acceso este diario. Entre los puntos que han merecido la reprobación de los representantes de las agencias figura el marco de aplicación del contrato. Según el citado documento, 'no es aceptable que el acuerdo global no haga excepciones geográficas. Debe adaptarse a una legislación nacional, regional (europea) y ejecutarse regionalmente'. Además, las agencias de viajes consideran que no es aceptable la división en dos partes del manual: una que integra la parte reguladora y otra en la que se agrupa toda la información sobre el funcionamiento del contrato, pero de la que se puede interpretar que no forma parte del convenio. Según el borrador, la parte reguladora comprende 'todas las resoluciones a las que las compañías aéreas y las agencias acuerden someterse'. Los redactores de ese documento sugieren que se incluyan las 'reglas del BSP [el sistema de liquidación de billetes] en el manual'. La propuesta de contrato entre IATA y las agencias de viajes también establece que 'la relación entre el transportista y la agencia no es exclusiva'. Este es uno de los puntos que los representantes de las agencias proponen que se matice. Piden que, 'cuando el transportista desarrolle otros métodos o canales de distribución de ventas, éste no podrá discriminar al agente ante esos otros canales o métodos de distribución de ventas y deberá ofrecer al agente las mismas tarifas y condiciones de venta'. Esa redacción impediría que se produjesen situaciones como la que Iberia y otras aerolíneas protagonizaron con el lanzamiento de tarifas especiales a través de Internet, que llevó a las agencias de viajes a reclamarles que pusieran a su disposición esas mismas tarifas. Uno de los puntos que más separa a las partes es el que se refiere a la compensación por servicios. El borrador actual establece que 'el transportista permitirá que la agencia reciba una remuneración justa', mientras que las agencias piden que el redactado diga: 'El transportista remunerará al agente por todas las ventas de servicios aéreos. La remuneración del transportista deberá ser justa y basada en los servicios que la agencia deba proveer en nombre del transportista en cualquier momento'. (Gabriel González, diario Cinco Días, 07/03/02)
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