España: La CEOE reconoce que los datos de reservas turísticas para el verano "son malos, aunque se pueden recuperar"

El presidente del Consejo de Turismo de la CEOE y vicepresidente de esta confederación, Gonzalo Pascual, reconoció ayer que los datos de reservas para el verano "son malos, aunque se pueden recuperar". Pascual, que participó en la clausura del XV Curso de Economía para Periodistas organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) dijo que los datos de reservas ofrecidos por los turoperadoes europeos para el próximo verano "no son buenos, pero esto no significa que las ocupaciones vayan a ser inferiores a las de este año, ya que está creciendo el número de reservas realizadas a última hora". En este sentido, destacó que es probable que el turismo alemán descienda, pero el británico se mantendrá o caerá en torno a un cinco por ciento". Por zonas, el vicepresidente de la CEOE dijo que se verá más afectada la comunidad balear, por temas como la ecotasa, mientras que la Península tendrá unos resultados mejores, al igual que Canarias. Por otro lado, Pascual, que también preside la compañía Spanair, se mostró en contra del intervencionismo llevado a cabo por la Administración Bush con las aerolíneas norteamericanas, a las que concedió una ayuda de 20.520 millones de euros (18.000 millones de dólares) tras los atentados del 11 de septiembre, lo que ha perjudicado a las aerolíneas europeas. "Es cierto que de no haberse concedido esas ayudas algunas aerolíneas habrían quebrado, pero en una situación de libre mercado esto ocurre, y habrían surgido otras", añadió. Hoy la Unión Europea decidirá el paquete de medidas para proteger a las compañías europeas frente a las ayudas que reciben terceros países. En la cena de clausura de este curso, efectuada en el hotel Meliá Benidorm, se entregaron premios a varios reconocidos periodistas españoles de prensa plana, televisión y radio. Entre ellos y a título póstumo se le entregó uno a Julio Fuentes, el periodista de El Mundo que fue asesinado en Afganistán. Otro emotivo premio fue el concedido al periodista vasco Gorka Landaburo, quien sufrió un atentado terrorista de ETA y perdió un dedo en una de sus manos.