La entrada de viajeros rusos por el aeropuerto de Málaga durante el año 2001 sufrió un incremento de un 23,8 por ciento con respecto a 2000, cifra que supera incluso el aumento que se produjo en dicho año con respecto a 1999, según datos ofrecidos por el Patronato de Turismo de la Costa del Sol con motivo de su asistencia al congreso del turoperador Natalie Tours que se está celebrando en Benirdorm y al que asisten 300 agentes de viajes rusos.
La entrada de viajeros rusos por el aeropuerto de Málaga durante el año 2001 sufrió un incremento de un 23,8 por ciento con respecto a 2000, cifra que supera incluso el aumento que se produjo en dicho año con respecto a 1999, según datos ofrecidos por el Patronato de Turismo de la Costa del Sol con motivo de su asistencia al congreso del turoperador Natalie Tours que se está celebrando en Benirdorm y al que asisten 300 agentes de viajes rusos. Así, llegaron a la terminal malagueña el pasado año un total de 32.430 viajeros rusos y todas las previsiones apuntan, según ha dado a conocer viajes Sehrs, que este año se alcancen los 40.000. El Patronato destacó a través de un comunicado, que el turismo ruso ha experimentado un "notable auge" en los últimos años en la Costa del Sol. La participación del Patronato de Turismo en el congreso ha consistido en la organización de un cena espectáculo en el casino mediterráneo al que asistió la gerente de este organismo, Ana Gómez, quien destacó en su intervención lo "notoria" que ha sido en los últimos años para determinadas zonas turísticas españolas la llegada de visitantes del este de Europa y, en especial, de aquellos procedentes de la Federación rusa. Sólo en el año 2001 se expidieron más de 251.000 visados en nuestro país, de los cuales 23.000 fueron solicitados por turistas que querían viajar a Málaga. Casi un 13 por ciento de la cantidad total de los visitantes rusos que tuvo la comunidad autónoma fueron a Málaga. Gómez destacó durante el acto que "nuestra provincia tiene potencialidades suficientes como para mejorar estas cifras de manera progresiva" además de hacer mención a la importancia de los segmentos turísticos de la Costa del Sol. Existen una serie de valores "muy estimados" por los turistas rusos como el sol, arena, playa y las suaves temperaturas. Estos son los principales factores que impulsan al visitante ruso a realizar un viaje al extranjero para escapar al crudo invierno. Aunque hay serios competidores España en general y la Costa del Sol en particular tiene la posibilidad de combinar y diversificar su oferta gracias a los segmentos turísticos. En este sentido, los rusos están muy interesados en el turismo cultural. La demanda turística rusa se ha caracterizado además por una "sensibilidad más reducida" a los efectos de los ataques terroristas en EE.UU. De hecho, la demanda de viajes a los países musulmanes tras la caída de precios no ha hecho sino aumentar, aprovechando la coyuntura. Se observa también una cierta desestacionalización de la demanda aunque es la temporada de verano la que concentra la mayor parte de la misma (48,8% entre los meses de junio, julio y agosto). El mercado ruso es esencialmente un mercado de verano y de sol y playa.
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