Varias compañías aéreas estadounidenses podrían declararse en quiebra tras la caída del tráfico provocada por la recesión en el año 2001 y los ataques terroristas del 11 de septiembre, según advirtió el presidente de Boeing, Phil Condit, quien, no obstante, se negó a precisar qué empresas podrían declararse en una eventual quiebra.
Varias compañías aéreas estadounidenses podrían declararse en quiebra tras la caída del tráfico provocada por la recesión en el año 2001 y los ataques terroristas del 11 de septiembre, según advirtió el presidente de Boeing, Phil Condit, quien, no obstante, se negó a precisar qué empresas podrían declararse en una eventual quiebra. Las compañías que los analistas han citado con más frecuencia son US Airways y American West, al tratarse de las aerolíneas más frágiles desde el punto de vista financiero a causa de sus elevados niveles de endeudamiento. "Las finanzas de las compañías aéreas resultaron duramente golpeadas, afectando de manera importante sus capacidades de compra de nuevos aviones comerciales", apuntó Phil Condit, quien señaló que los resultados financieros en 2002 de Boeing son satisfactorios pero "aunque para 2003 se mantiene la incertidumbre". La recuperación de la economía y la disminución del impacto del 11 de septiembre sobre el tráfico aéreo deberían permitir una mejora de la situación financiera de las compañías en 2002 después de una pérdida colectiva de más de 7.000 millones de dólares en 2001, según los analistas del sector.
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