Las más de 430 casas rurales de Navarra se encuentran al cien por cien de su capacidad con motivo de la Semana Santa. Familias de madrileños, catalanes, levantinos y vascos serán quienes preferentemente las ocupen estos días.
Las más de 430 casas rurales de Navarra se encuentran al cien por cien de su capacidad con motivo de la Semana Santa. Familias de madrileños, catalanes, levantinos y vascos serán quienes preferentemente las ocupen estos días. Una vez más, la demanda ha vuelto a superar a la oferta. Los alquileres estaban confirmados con casi dos meses de antelación y, en el caso del Pirineo Oriental, desde Navidades. Semana Santa es una de las mejores épocas para el turismo rural, más desarrollado en el norte de Navarra y concretamente en el área del consorcio de turismo de Bertiz, (Malerreka, Baztán, Bidasoa, Bértiz, Zugarramurdi y Urdax), con 150 casas, frente a las ocho que comenzaron hace ocho años. En estos días acuden matrimonios de entre 35 y 55 años, con hijos, que permanecen en el lugar los cuatro días de la Semana Santa. Pero también hay muchos clientes que alargan sus vacaciones, lo que hace que la ocupación para esta quincena ronde el 60-70 por ciento. Al igual que el Pirineo Oriental (con 51 casas), sus pueblos pequeños, sus senderos, arquitectura particular y su naturaleza verde son sus principales atractivos. El de la zona media, más cultural, está ligado al Camino de Santiago, a los monasterios y arquitecturas románicas. El turismo en la Ribera, un número testimonial de casas rurales, es más masivo y en estos días la recomendación es conocer los pasos procesionales de sus municipios. CENTRAL DE RESERVAS Hasta hace dos años, el alquiler de las casas rurales lo gestionaba directamente el Gobierno de Navarra a través de una central de reservas. Ahora, la Administración sólo se dedica a dar información y el turista es quien debe ir llamando hasta que encuentra la disponible o la que le interesa. Los establecimientos crearán próximamente una. Javier Taberna, director Turismo y Comercio del Gobierno foral, señaló que la razón principal del cierre fue que el Gobierno de Navarra no podía poner este servicio a disposición de empresas privadas. Además, justificó que, en todo un año, se realizaban 700 reservas, con un coste de gestión de casi 13.000 pesetas por cada una. "El Gobierno de Navarra apostó por que fuesen las asociaciones las que crearan esta herramienta, privada, tan buena para ellos, que la pueden gestionar más eficientemente. Les damos ayudas y todo tipo de facilidades y condimentos, pero la Administración no puede financiarla", dijo Taberna. Para Sagrario Goñi, presidenta de la Asociación de Casas Rurales de Malerreka, Baztán y Bidasoa, su cierra fue "un error conjunto" del Gobierno, por no informar sobre esta herramienta, y de las casas, por no aprovecharla, circunstancias que "redujeron su operatividad". El consorcio de Bértiz y ella misma ofrecen a los turistas los números de teléfono de las que están pendientes de alquilar en la zona. Esta situación continuará hasta que la Federación de Casas Rurales, que agrupa a tal efecto a estos establecimientos, a pequeñas empresas y a campings, ponga en marcha otra central. Los empresarios aseguran que se deja sentir "muy negativamente a lo largo del año", según reflejó Elena Astiz, del consorcio de Tierra Estella. Para Fermín Clavería, del Pirineo Oriental, la ausencia de central da una imagen negativa al turista.
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