El Gobierno de Baleares creará un «banco de camas» para financiar la modernización de los establecimientos hoteleros de las islas. La nueva «ley turística», que finalmente será modificada por el Ejecutivo autonómico, prevé la puesta en marcha de un «banco de camas» para el intercambio de plazas y que se convertirá en una fuente de financiación para la modernización de hoteles. La intención del Gobierno es sacar al mercado plazas turísticas que han sido dadas de baja por los hoteleros con el fin de obtener financiación a través del intercambio de camas. Además, el Ejecutivo utilizaría también las plazas turísticas que fueron declaradas ilegales por la Consejería de Turismo en 1984 para poder venderlas a los hoteleros con el objetivo de sacar un rendimiento económico.
El Gobierno de Baleares creará un «banco de camas» para financiar la modernización de los establecimientos hoteleros de las islas. La nueva «ley turística», que finalmente será modificada por el Ejecutivo autonómico, prevé la puesta en marcha de un «banco de camas» para el intercambio de plazas y que se convertirá en una fuente de financiación para la modernización de hoteles. La intención del Gobierno es sacar al mercado plazas turísticas que han sido dadas de baja por los hoteleros con el fin de obtener financiación a través del intercambio de camas. Además, el Ejecutivo utilizaría también las plazas turísticas que fueron declaradas ilegales por la Consejería de Turismo en 1984 para poder venderlas a los hoteleros con el objetivo de sacar un rendimiento económico. De esta manera, el Gobierno dispondrá de un número de plazas que podrá vender y cuyos fondos serían utilizados para financiar la modernización de otros hoteles. No obstante, la intención de la Conselleria de Turisme es poner condiciones al pago de ayudas para mejorar hoteles. El Govern sólo financiará la modernización si los hoteleros están dispuestos a reconvertir sus establecimientos y reducir plazas. El objetivo de Turisme ya ha sido expresado a lo largo de la legislatura por el conseller Alomar y consiste en ampliar las superficies de las habitaciones de hotel para mejorar los servicios a los turistas. Una vez que el hotelero acepte la propuesta de Turisme, el Govern dispondrá de más plazas turística para el «banco de camas». Además, el Ejecutivo quiere cobrar un porcentaje cuando los hoteleros recurran al banco de camas para realizar el intercambio. Estas propuestas forman parte del último borrador de la reforma de la ley turística que el Govern ha comenzado a negociar para llevar al Parlament durante los próximos meses. De hecho, la reforma de la ley turística era uno de los temas prioritarios en la agenda política del president del Govern. Antich pidió a Alomar que promoviese los cambios necesarios en la ley aprobada por el gabinete de Matas después concluir todas las negociaciones con los hoteleros por la ecotasa. A partir de ahora, Alomar deberá convencer a sus socios de que apoyen la reforma de la ley en el Parlament en el tramo final de la legislatura. El principal escollo para Alomar será UM, que ya manifestó hace más de un año su oposición a apoyar más temas en el Parlament que enturbiasen aún más las relaciones con los hoteleros. Por este motivo Alomar ha decidido congelar hasta ahora la reforma de la ley turística. Al margen de la creación del «banco de camas», el Govern también modificará el sistema de intercambio para construir nuevos hoteles. En la actualidad se necesita dar de baja una plaza para poder construir dos plazas nuevas. Con la modificación, el intercambio consistiría en dar de baja una plaza para crear otra. Además, el nuevo sistema tendrá limitaciones y sólo podrán realizarse intercambios si son en la misma zona turística. (J. M., diario Última Hora, 18/04/02)
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