Baleares se ha convertido en el 'paraíso flotante' para los turistas náuticos. Según el presidente de la Asociación de Instalaciones Náuticas en las islas (Anade), Bartomeu Bestard, «hasta la fecha todos los clubes mantienen completa su reserva de amarres para la temporada alta turística». Sin embargo, advierte que «los puertos deportivos han tenido que dejar fuera un 50% de las peticiones por escasez de amarres». Por otro lado, Bestard presagia tiempos difíciles para este segmento si antes «el Govern no toma cartas en el asunto en temas tan vitales como la promoción y la moratoria de puertos».
Baleares se ha convertido en el 'paraíso flotante' para los turistas náuticos. Según el presidente de la Asociación de Instalaciones Náuticas en las islas (Anade), Bartomeu Bestard, «hasta la fecha todos los clubes mantienen completa su reserva de amarres para la temporada alta turística». Sin embargo, advierte que «los puertos deportivos han tenido que dejar fuera un 50% de las peticiones por escasez de amarres». Por otro lado, Bestard presagia tiempos difíciles para este segmento si antes «el Govern no toma cartas en el asunto en temas tan vitales como la promoción y la moratoria de puertos». En el arco mediterráneo, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía se enganchan con fuerza a un mercado en emergencia con la construcción de nuevos puertos deportivos y fuertes campañas de promoción. «El número de dependencias portuarias va en aumento, y, además, acometen obras de ampliación en los ya existentes», afirma Bestard. Además «lanzan planes de publicidad a través de diferentes medios de comunicación y la presencia institucional en las ferias náuticas nacionales e internacionales», explica Bestard. En Galicia y Canarias también han apostado fuerte por este mercado como un «pilar para la mejora de la calidad y la competitividad turística y así lo explotan». Ante este panorama, el máximo responsable de Anade denuncia que «todas estas comunidades autónomas, de la mano del Gobierno de Madrid, a través de Turespaña(que ha sacado concursos públicos), han impulsado la creación de estaciones náuticas, y aquí en Mallorca, esta iniciativa ni ha salido a la luz pública». Más allá de las fronteras de la Península, países como Portugal, Marruecos, Egipto, Italia, Turquía, Chipre o Croacia «han activado una política estatal para la implantación de más instalaciones náuticas y ceder a la gestión privada las que están en manos públicas». La creciente competitividad, en palabras de Bestard, «está consiguiendo dejar indefenso al archipiélago balear, produciéndose un desplazamiento de la demanda hacia otros destinos». «El turismo náutico no atendido aquí cambiará el rumbo a la costa peninsular», aseveró. En este sentido, Bestard no entiende la política de la moratoria de puertos: «Nos impide competir y la actividad promocional es casi nula, salvo casos puntuales, fruto de una situación de contradicción». En su opinión, «por un lado, se sabe de la importancia estratégica del sector del turismo náutico y, por otro, se le niega el pan y la sal». Bestard continúa argumentando que «esta normativa perjudica el desarrollo económico, turístico y social de Baleares». El primer lugar, «impide múltiples actividades económicas que se ven obstaculizadas para cumplir sus objetivos empresariales», manifiesta. En segundo lugar, «frena la entrada de más clientes náuticos, y provoca el desvío a otros enclaves y no deja que muchos ciudadanos puedan satisfacer una ilusión legítima de disponer de una embarcación con su amarre». Bestard pone un ejemplo: «Deteriora el impulso náutico deportivo. En el caso del Trofeo Princesa Sofía, los puertos, a duras penas, pueden atender el número de barcos que acuden a competir». El Govern dio luz verde el pasado día 5 de abril a una moratoria para la construcción y ampliación de puertos deportivos en Baleares como norma cautelar previa a la redacción del nuevo Plan Director Sectorial de Puertos Deportivos e Instalaciones Náuticas de las islas. El Ejecutivo tiene ahora unos tres años para redactar el Plan. La moratoria, que es una norma territorial cautelar, establece que en tanto no se apruebe definitivamente el proyecto no se podrán otorgar nuevas concesiones y se suspenderá incluso la tramitación de los expedientes existentes actualmente. La normativa implica también la tramitación de los expedientes de nueva concesión actualmente en curso. Además, en las instalaciones de este tipo existentes solamente se podrán autorizar ampliaciones que no supongan un incremento superior al 10% de la superficie de amarre que esté ya autorizada. Quedan excluidos aquellos tramos de litoral y zonas portuarias que cuenten o puedan contar con un Plan de Ordenación del Litoral, con un Plan de Utilización del Espacio Portuario o con un Plan Especial. (C.D., diario El Mundo-El Día de Baleares, 26/04/02)
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