España: Hoteles Catalonia crea una nueva división de "hoteles asociados"

El grupo hotelero Catalonia inicia la creación de una nueva división, la de "hoteles asociados", en la que prevé que se incorporen unos 14 hoteles en este año y alcanzar unos 30 a finales del año próximo. Así lo informó el director comercial y portavoz de la empresa, Manuel Valenzuela. Es un nuevo paso en la proyección de grupo, que en 1998 creó Catalonia de Compras y Servicios, dedicada a las compras conjuntas con los establecimientos adheridos y de la que forman parte 250 establecimientos, en su mayoría hoteles, aunque hay algunos otros grupos. La creación de esta línea de hoteles asociados puede permitir la potenciación de algunas pequeñas cadenas hoteleras y de hoteles independientes. "Lo que vamos a exigir es que cumplan los estándares de calidad", dijo Valenzuela. Los hoteles que se asocien podrán recibir el apoyo de hoteles Catalonia por la recepción de información, estar en los folletos y páginas web y beneficiarse de la marca Catalonia. Asimismo mejorarán los servicios de comercialización, como la presencia en ferias o relación con agencias y touroperadores. El año 2001 el Grupo Catalonia realizó unas inversiones de 7.000 millones de pesetas (42,07 millones de euros). La del año 2002 no está definida, porque se están realizando obras en diversos edificios. Entre los proyectos más destacados se encuentran los hoteles Princesa y Berna de Barcelona, los que llevarán por nombres Las Cortes, Moratín y Atocha en Madrid, y el Plaza de Zaragoza. El último que ha inaugurado ha sido el Plaza de Salamanca. El Grupo tiene actualmente 43 hoteles, de los cuales 41 se encuentran en España, uno en Bruselas y otro en la República Domnicana. Con 4.500 plazas hoteleras, es líder en Barcelona, ciudad en la que ha frenado su expansión. Los beneficios del grupo en el año 2001 fueron de 5.300 millones de pesetas (31,85 millones de euros), inferiores a los del año anterior, el 2000, en que se elevaron a 6.500 millones de pesetas (39,08 millones de euros). Las previsiones para este año son aún inferiores, ya que se elevan a 4.400 millones de pesetas (26,44 millones de euros). Un elemento decisivo en la caída de los precios es la baja turística en Baleares y Canarias.