La huelga general que amenaza con paralizar el país dentro de una semana ha abierto una profunda brecha entre el Gobierno balear y los sindicatos debido a la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre los servicios mínimos en lo que al transporte discrecional se refiere.
La huelga general que amenaza con paralizar el país dentro de una semana ha abierto una profunda brecha entre el Gobierno balear y los sindicatos debido a la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre los servicios mínimos en lo que al transporte discrecional se refiere.CCOO y UGT manifestaron ayer que los servicios mínimos en el transporte discrecional serán «cero». El Govern y las patronales, en cambio, siguen buscando fórmulas para trasladar a los turistas que llegarán a Baleares el 20-J desde los aeropuertos a sus hoteles. Los representantes de Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) presentaron ayer al Govern sus propuestas sobre los servicios mínimos que deben estar activos durante la jornada del 20-J en los diferentes sectores. Este listado de servicios esenciales no incluye el transporte discrecional, al no ser considerado por los sindicatos como tal. Tanto CCOO como UGT rechazaron rotundamente cualquier negociación sobre el transporte de turistas, y dijeron que es «imposible» llegar a un acuerdo. «No respetaremos ningún servicio mínimo que atente contra un derecho constitucional», es decir, el derecho a la huelga. El secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel Pelarda, recordó que este tema del «ocio», refiriéndose al turismo, conllevaría que se vulneraran los derechos de un centenar de trabajadores, ya que no sólo afecta a los conductores de los autocares, sino a todos los trabajadores que realizan las tareas relacionadas con la llegada de turistas. «Ni un autocar en los aeropuertos», afirmó Pelarda, quien calificó la discusión sobre el transporte discrecional como «la batalla de las batallas», y admitió que los sindicatos «vamos a ser los malos de esta batalla». Criticó que el Govern y el sector empresarial están dando más importancia al hecho de que «un turista pueda pasar un día en el aeropuerto que al futuro económico y social de estas Islas». Su homólogo en CCOO, Baltasar Piñeiro, afirmó que, hablar sobre servicios mínimos en el transporte discrecional, «sería negociar la rotura del derecho a la huelga». El Govern, por su parte, planteó el problema «sanitario y de orden público» que puede provocar una masificación de turistas en los aeropuertos. El director general de Funció Pública, Jaume Colom, admitió que «el Govern podría estar de acuerdo en que el transporte discrecional no se considere un derecho fundamental», pero pidió a los sindicatos que faciliten los servicios mínimos para poder sacar a los turistas del recinto aeroportuario, sobre todo, a las personas mayores, niños y discapacitados. El Ejecutivo propone dividir Mallorca en 5 ó 6 zonas y ofrecer conexiones en autocar a un punto concreto en cada zona para garantizar el traslado de entre 30.000 y 40.000 pasajeros a sus hoteles, explicó el director general de Transports, Joaquín Rodríguez. El Govern se volverá a reunir hoy con las patronales de transporte, Aviba y los sindicatos para buscar un acuerdo sobre los servicios mínimos y el Consell de Govern de mañana aprobará los servicios mínimos, con o sin el acuerdo de los sindicatos, aseguró Jaume Colom. Por su parte, el presidente de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT), Miquel Florit, que se reunió ayer con el Govern para buscar una solución, manifestó que «creo que con menos del 80%» de los servicios normales «salvaríamos el aeropuerto», aunque no confió en que los conductores de los autocares se presten a realizar los servicios mínimos que pueda decretar el Govern. (CH.M., diario El Mundo-El Día de Baleares, 13/06/02)
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