España se encontrará en, aproximadamente, diez años, en la lista de los países europeos más consolidados en el turismo rural, al nivel de Francia, Alemania o el Reino Unido, que en la actualidad lideran este sector en Europa, según explicó a Europa Press el presidente de la Federación Europea de Alojamientos Rurales (Eurogites), Klaus Ehrlich, en el transcurso de los VIII Encuentros Nacionales de Turismo Rural, que la Asociación Española de Turismo Rural (ASETUR) organizó esta semana en el Valle del Jerte (Cáceres).
España se encontrará en, aproximadamente, diez años, en la lista de los países europeos más consolidados en el turismo rural, al nivel de Francia, Alemania o el Reino Unido, que en la actualidad lideran este sector en Europa, según explicó a Europa Press el presidente de la Federación Europea de Alojamientos Rurales (Eurogites), Klaus Ehrlich, en el transcurso de los VIII Encuentros Nacionales de Turismo Rural, que la Asociación Española de Turismo Rural (ASETUR) organizó esta semana en el Valle del Jerte (Cáceres). En la actualidad, España cuenta con, aproximadamente, 6.000 alojamientos rurales y la oferta de este sector crece a un ritmo anual de entre el 15 y el 20 por ciento, al mismo nivel de la demanda, indicó Ehrlich, quien explicó que en España el turismo rural se basa en el "voluntarismo" en oposición a un "turismo industrial", ya que falta una visión profesional o empresarial de este sector. Por su parte, en países como Francia, Austria o Alemania, el turismo rural se contempla como una "industria totalmente profesionalizada y organizada". En España, el turismo rural es un sector donde en la mayoría de los casos está representado por empresas familiares, cuyo objetivo muchas veces no es generar beneficios, además la mayoría de las asociaciones de casas rurales se mantienen con cuotas de socios "muy bajas" de entre 50 y 70 euros anuales. Asimismo, el presidente de Eurogites explicó que en estos países el turismo rural apareció en la década de los años 30, ya que se trataba de sociedades urbanas industrializadas, "mucho más consolidadas que la sociedad española", en donde se empieza a hablar de turismo rural hace diez años. "En la década de los '80, algunas comunidades autónomas empezaron a tomar conciencia de la importancia de este sector turístico y inician procesos de ayuda, aunque no es hasta la década de los '90 cuando el turismo rural cobra importancia entre la sociedad", explicó. Según explicó Ehrlich, "el problema fundamental del turismo rural en España es que falta combinar la oferta alojativa con otra complementaria en forma de gastronomía, artesanía o actividades de ocio y deportivas. En la actualidad, España se encuentra en una "fase de consolidación" en cuanto a la oferta alojativa, donde el nivel de calidad es "muy bueno", aunque la oferta tiene que completarse para atraer más demanda. Las comunidades autónomas más visitadas por los turistas nacionales son las situadas al Norte de la Península como Cantabria, Asturias, Aragón, Cataluña o la zona de los Pirineos, mientras que los viajeros extranjeros se decantan más por los destinos turísticos españoles más conocidos como las Islas Canarias, Baleares o Andalucía. Según explicó Ehrlich, "en las comunidades de Castilla-La Mancha y Castilla y León podrían explotarse más el turismo rural". En 1994 se creó ASETUR, que supuso el tercer intento de representar al sector a nivel nacional, después de que los dos anteriores hubieran fracasado, indicó Ehrlich, quien añadió que en la actualidad integra a más de 4.000 alojamientos a través de asociaciones de quince comunidades autónomas. La asociación prevé en unos meses pasar a formar parte de Eurogites, en donde en la actualidad sólo está representada la Red Andaluza de Alojamientos Rurales (RAAR), en la que Ehrlich ocupa la gerencia. En Europa se distinguen -según explicó el presidente de Eurogites- dos grandes grupos diferenciados en el sector del turismo rural. En el grupo de las naciones más consolidadas se encontrarían Francia (donde el 25 por ciento del turismo es extranjero), Alemania (con el 10 por ciento del turismo es extranjero) y el Reino Unido; mientras que en el segundo estarían Austria, Suiza, Italia, Portugal, Dinamarca, Irlanda y España (donde el 5 por ciento del turismo procede del extranjero). La diferencia entre los "países fuertes" en turismo rural y España es que la mayor parte del turismo que se aloja en temporada alta como verano en establecimientos rurales en estos países proceden de la propia nación, ya que al no contar con buenas zonas de playa, los turistas nacionales se decantan por el turismo rural, mientras que en España la mayoría del turismo nacional prefiere el turismo de 'sol y playa' que alojarse en casas rurales del interior de la Península. Otra de las diferencias es que en España el turismo rural es un "sector muy estacionalizado" ya que la estancia de los turistas se concentra en los meses de verano si las casas rurales cuentan con piscina o están ubicadas cerca de zonas de costa; en los fines de semana y los Puentes festivos, la Semana Santa y los meses de invierno si el alojamiento está situado cerca de pistas de esquí. En oposición, en los países del primer grupo, las familias, que tienden a estar formadas únicamente por la pareja dada la baja tasa de natalidad de los países desarrollados, pueden acogerse a vacaciones fuera de temporada, lo que provoca que los establecimientos rurales también cuenten con ocupación en temporada baja. Por último, Ehrlich destacó que en España los precios de los alojamientos rurales son "bastante elevados" en comparación con países como Francia o Alemania, ya que el turismo rural en España está dirigido a un turismo de nivel adquisitivo medio, medio-alto, mientras que en los otros países este turismo está centrado en un turista de poder adquisitivo medio, medio-bajo. Por otra parte, el presidente de Eurogites, que fue designado como tal la semana pasada, explicó que el objetivo de la federación es potenciar la comunicación entre los 18 países y 25 organizaciones que la integran para que se conozcan las realidades del turismo rural en cada país. "El turismo rural es un sector que tiende al ostracismo y que no tiene una orientación internacional al acoger, en su mayoría, a turismo nacional y geográficamente cercano". La Federación Europea de Alojamientos Rurales se creó en 1991 y tiene su sede actual en Estrasburgo (Francia).
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