España: Las agencias de viajes prevén una buena temporada de verano, caracterizada por la "reserva tardía"

El presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes, Jesús Martínez Millán, considera que este verano el mercado turístico está caracterizado por la "reserva tardía", no sólo en España, sino en toda Europa, lo que motiva que "se venda todo, pero con más nervios por parte de las agencias". En declaraciones a Europa Press, Martínez Millán adelantó que 2002 terminará con buenos resultados en el turismo, "pero en el que no se alcancen grandes récords". Además, indicó que no se han producido cambios en el comportamiento del turismo, puesto que el sol y la playa siguen siendo el las demandas "fundamentales". Sin embargo, se constata un cambio en la duración de la estancia, que tiende a reducirse. "La gente prefiere estar siete días mejor atendidos en un hotel que pasar más días con peores servicios", aseguró Martínez. El Mediterráneo y el Cantábrico siguen siendo los destinos que registrarán mayor afluencia. Martínez añadió que cada vez más gente descubre que septiembre "es un mes ideal para las vacaciones, pues la oferta turística continúa, pero no hay la congestión ni las aglomeraciones que se producen en meses como agosto, por lo que se ha convertido en una especie de temporada alta". Por otro lado, afirmó que la "última conquista" de la clase media española a la hora de preparar sus vacaciones son los cruceros. "Por un precio asequible, han descubierto que está al alcance de su mano lo que antes era impensable para un español de tipo medio, por lo que los cruceros están teniendo un crecimiento espectacular", señaló. En referencia al descenso de la demanda de turismo en las Islas Baleares, Martínez indicó que, en lugar de la 'ecotasa', el factor fundamental reside en "los efectos de la pasada huelga salvaje de transporte del pasado verano". En su opinión, las imágenes impactantes de familias enteras arrastrando sus maletas bajo un sol de justicia todavía siguen en las retinas de los europeos, sobre todo de los alemanes, que constituyen un mercado trascendente para las Baleares. "Este tipo de barbaridades se paga", concluyó.