Los sindicatos UGT y CCOO convocarán mañana una huelga de ocho días en el sector de la hostelería después de que la reunión mantenida ayer con los empresarios se saldara sin el menor avance. Los secretarios generales de las federaciones de ambas organizaciones, Antonio Copete y Rafael Borrás, respectivamente, anunciaron que los paros se desarrollarán durante los días 26 y 27 de julio y 5, 6, 7, 16, 17 y 18 de agosto, en el punto álgido de la temporada turística.
Los sindicatos UGT y CCOO convocarán mañana una huelga de ocho días en el sector de la hostelería después de que la reunión mantenida ayer con los empresarios se saldara sin el menor avance. Los secretarios generales de las federaciones de ambas organizaciones, Antonio Copete y Rafael Borrás, respectivamente, anunciaron que los paros se desarrollarán durante los días 26 y 27 de julio y 5, 6, 7, 16, 17 y 18 de agosto, en el punto álgido de la temporada turística. La ruptura de las negociaciones ha venido motivada, según el vicepresidente de los hoteleros, Ignasi Esteve, porque la demanda salarial de los sindicatos Ðuna subida del 6% para este añoÐ, resulta inasumible en un momento en que "el turismo está en crisis. Venimos de dos meses muy malos y en estos momentos hay establecimientos que no superan el 40% de ocupación, y eso con ofertas en los precios de un 20%. Nuestra voluntad es evitar la huelga, pero en estas circunstancias no podemos asumir los costes que nos quieren imponer". La visión de los sindicatos es radicalmente opuesta. Antonio Copete y Rafael Borrás insisten en que no existe una crisis turística, sino únicamente una temporada con unas cifras de visitantes inferiores a las de los últimos ejercicios, "que fueron extraordinarios, y uno no puede pedir que le toque la lotería cada año", según destacó el representante de CCOO. Por su parte, el responsable de UGT subrayó que la responsabilidad de impedir la conflictividad corresponde a los empresarios, a los que acusó de estar primando los enfrentamientos políticos en lugar de preocuparse por su negocio. Borrás insistió en que sus demandas son perfectamente asumibles por los hoteleros y destacó que sería una irresponsabilidad por parte de los sindicatos consentir que los trabajadores pierdan algunos de sus derechos o su poder adquisitivo. En este aspecto, se recordó que el salario base medio en el sector es de 868 euros (unas 145.000 pesetas) mensuales. Esos argumentos fueron rechazados por el vicepresidente de los hoteleros, el cual destacó que en otras zonas competidoras de las islas, como Alicante o Cádiz, se han firmado convenios con subidas salariales más moderadas. Además, subrayó que el simple anuncio de una huelga va a tener efectos negativos para el sector, al desincentivar las reservas de última hora. En cualquier caso, Ignasi Esteve rechazó una posible mediación del Govern, al considerar que lo único que éste podría hacer para que se firmara el convenio sería "traernos más turistas o conseguirnos subidas en los precios". El representante de la federación hotelera aseguró que sus relaciones con los sindicatos "son buenas", y que el problema se limita a que los actuales ingresos de las empresas no permiten satisfacer sus demandas. Por su parte, el president del Govern, Francesc Antich, hizo ayer un llamamiento a ambas partes a fin de que agoten las vías de negociación para evitar un conflicto en plena temporada turística. Sin embargo, Antich lanzó un mensaje especialmente dirigido a los empresarios, a los que reclamó la suficiente sensibilidad como para tener en cuenta los esfuerzos que los trabajadores se ven obligados a realizar durante la temporada turística. El sector turístico ha registrado durante los últimos años importantes tasas de crecimiento, tanto en la productividad de sus empresas como en materia salarial, según los datos facilitados por la patronal Caeb y por los sindicatos. El Producto Interior Bruto del sector balear de servicios -en el que se encuentra, con un importante peso, la hostelería- creció un 3,3% en 1996, para a partir de ahí dispararse hasta tasas del 5,9, el 5,8 y el 6,9 por ciento entre 1997 y 1999. En 1996 los salarios crecieron en el sector hotelero un 4,9%, por encima del PIB, para durante los tres ejercicios siguientes colocarse por debajo, con tasas del 3,12%, 2,52% y 4%. En todo este periodo los precios crecieron por debajo de los salarios, lo que permitió a los empleados de las empresas hoteleras ganar algo más de un punto anual de poder adquisitivo. La situación comienza a modificarse a partir de 2000. Ese año la tasa de crecimiento del PIB servicios fue de un 2,5%, según los datos facilitados por la Caeb, mientras que el aumento salarial acordado se situó en un 3,75%. Ese año, la inflación se elevó hasta el 4%. Por lo que respecta al pasado ejercicio, el crecimiento de la productividad en el sector registra importantes variaciones dependiendo de la fuente. La tasa aportada por el Govern lo coloca en torno al 2,9%, mientras que la Caeb lo rebaja hasta el 1,1%, aunque en ambos casos se trata de avances sin carácter definitivo. En cuando a los salarios, la subida aplicada fue de un 3%, ligeramente por encima de la inflación nacional, aunque muy por debajo de la insular. Sin embargo, tanto empresarios como sindicatos admiten que el crecimiento global de las retribuciones ha sido durante los tres últimos ejercicios superior al antes señalado, debido a que las camareras de piso tuvieron una subida adicional que se movió en torno a un 5% anual. A los datos expuestos se añade un importante nivel de creación de puestos de trabajo. (F.G., Diario de Mallorca, 03/07/02)
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