El tráfico de pasajeros en Estados Unidos cayó un 8,7 por ciento en mayo de 2002 respecto al mismo mes de 2001 y las tarifas aéreas también se redujeron un 6,6 por ciento en este mismo mes, según la Asociación de Transporte Aéreo (ATA), cuyas aerolíneas asociadas representan más del 95 por ciento de los vuelos de pasajeros y carga operados en el país.
El tráfico de pasajeros en Estados Unidos cayó un 8,7 por ciento en mayo de 2002 respecto al mismo mes de 2001 y las tarifas aéreas también se redujeron un 6,6 por ciento en este mismo mes, según la Asociación de Transporte Aéreo (ATA), cuyas aerolíneas asociadas representan más del 95 por ciento de los vuelos de pasajeros y carga operados en el país. El tráfico doméstico se redujo un 7,9 por ciento, mientras que el tráfico internacional cayó un 10,6 por ciento en mayo de 2002. La capacidad se redujo una media del 10,3 por ciento, siendo esta caída del 10,8 por ciento en los vuelos nacionales y del 5,8 por ciento en los internacionales. El factor de ocupación en mayo se situó en el 72,6 por ciento. En las rutas domésticas, fue del 71,4 por ciento y en rutas internacionales, del 76 por ciento, lo que suponen "incrementos poco significativos" en relación a mayo de 2001. Según indicó el responsable de la Oficina Económica de ATA, David Swierenga, la recuperación del tráfico en mayo ha sido "peor" de lo esperado, a pesar de que durante el fin de semana festivo con motivo del Memorial Day se incrementó considerablemente el número de pasajeros. Por otra parte, Swierenga señaló que las tarifas aéreas en vuelos domésticos cayeron una media del 9,5 por ciento frente a mayo del año pasado, mientras que en los vuelos internacionales los precios de los billetes cayeron un 3,8 por ciento. La tarifa media para un viaje doméstico de 1.609 kilómetros (1.000 millas) se situó en los 124,49 euros (122,05 dólares) en mayo, mientras que los billetes para vuelos internacionales de unos 6.436 kilómetros (4.000 millas) bajaron hasta los 391,85 euros (384,17 dólares). Según explicó el jefe de la Oficina Económica de ATA, aunque el precio del billete doméstico fue de 124,49 euros, los impuestos y tasas aplicadas por el Ejecutivo estadounidense incrementaron la tarifa final a 154,22 euros (151,20 dólares) para un viaje directo de ida y vuelta.
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