Patronales empresariales y centrales sindicales de hostelería en Baleares intentarán acercar posturas esta semana para evitar una huelga en plenas vacaciones. La cita, el próximo jueves. Pero, las reivindicaciones puestas encima de la mesa aún difieren. Frente a las peticiones sindicales de un 6% de incremento en el salario, la patronal hasta ahora sólo parece estar decidida a garantizar la subida real del IPC.
Patronales empresariales y centrales sindicales de hostelería en Baleares intentarán acercar posturas esta semana para evitar una huelga en plenas vacaciones. La cita, el próximo jueves. Pero, las reivindicaciones puestas encima de la mesa aún difieren. Frente a las peticiones sindicales de un 6% de incremento en el salario, la patronal hasta ahora sólo parece estar decidida a garantizar la subida real del IPC. La convocatoria de ocho jornadas de huelga llega en un año con el telón de fondo de la aplicación de la ecotasa y la recesión económica internacional. Las cifras de ocupación y las entradas de turistas registradas por el aeropuerto lo dicen todo. Según fuentes del sector hotelero, «hay que echar la mirada atrás muchos años para encontrar niveles como los de este año. Muchos hoteles no llegan ni a una media del 70% de ocupación en plena temporada, y lo que es peor, se dan casos que aún no han abierto». Desde la Secretaría General de Turismo, los sectores hoteleros, turoperadores y agencias de viajes han advertido que una huelga en el sector hostelero durante julio y agosto proyectará una «imagen negativa que tardará tiempo en desaparecer» y podría provocar la pérdida de reservas de última hora. Para el presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y la patronal hotelera de la Costa del Sol, Miguel Sánchez, las causas están claras: políticas. Sánchez señaló a Efe que «no cabe duda» de que los sindicatos convocan la huelga por razones políticas, ya que, según dijo, parte de sus demandas no afectan a los trabajadores. El convenio de hostelería de Málaga sirve «como base» para los que se negocian en otras zonas turísticas de España, ya que, según sostienen los empresarios, es el mejor del país, pero ello supone un «desgaste» de la Costa del Sol, cuyos hoteles no se encuentran actualmente en condiciones de poder mejorar la estabilidad de los empleados, explicó al advertir que «los turoperadores pueden desviar vuelos en 24 horas». (Diario El Mundo-El Día de Baleares, 08/07/06)
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