El sector turístico menorquín ha facturado en el primer semestre del año 47 millones de euros menos que en el mismo periodo del año anterior ?es decir, ha sufrido un recorte de 7.849 millones de pesetas? mientras el número de estancias ha bajado en cerca de un millón y la permanencia de cada turista en la isla ha seguido reduciéndose.
El sector turístico menorquín ha facturado en el primer semestre del año 47 millones de euros menos que en el mismo periodo del año anterior ?es decir, ha sufrido un recorte de 7.849 millones de pesetas? mientras el número de estancias ha bajado en cerca de un millón y la permanencia de cada turista en la isla ha seguido reduciéndose. El informe de coyuntura económica elaborado por el gabinete de Caeb en Menorca dibuja un panorama preocupante para el principal motor de actividad en la isla. En porcentaje, las pernoctaciones en los establecimientos hoteleros se han desplomado un 7,4% hasta junio mientras los ingresos reales del sector, una vez descontado el efecto de la inflación, han caído del orden del 10%. En la misma línea, las entradas y salidas de pasajeros en el Aeropuerto de Menorca reflejan durante el primer semestre una recesión del 6,1%, porcentaje que se acusa más al analizar la llegada de turistas nacionales. En cuanto a los británicos, cuyo mercado estaba llamado a salvar la isla del descalabro alemán, acaba de pinchar en junio con un sorprendente descenso de 26.716 pasajeros. Ahora habrá que ver cómo se comporta en julio y agosto porque constituyen la última esperanza de salvar la temporada en Menorca. La consecuencia de todo esto es que el sector servicios en Menorca está estancado. De acuerdo con el informe de Caeb, sólo aumentó un 0,3% durante el primer semestre, muy lejos por tanto del 2,6% registrado en el mismo periodo de 2001. Según apunta el director insular de la patronal, Biel Pons, la causa del descenso radica en la mala evolución del turismo organizado, el que llega a través de turoperadores. Por el contrario, los visitantes que organizan sus vacaciones por libre siguen viniendo en un ritmo similar al de años atrás. Esto motiva, según Biel Pons, que los establecimientos hoteleros noten más la crisis en su volumen de negocio que no los propietarios de plazas turísticas sin reglar. Se estima que en Menorca hay más de 34.000 camas a encasillar en esta categoría. Esta circunstancia también explicaría que se haya detectado una mayor bajada en las pernoctaciones hoteleras (-7,4%) que en las llegadas de turistas internacionales (-5,1%). Para la patronal, en todo caso, aún es pronto para dar la temporada por perdida. A juicio del director de Caeb en Menorca, el segundo semestre del año suele ser, en comparación, mejor que el primero. No es imposible, por tanto, que llegue la recuperación aunque por el momento no haya ningún indicio en esa dirección: «Queremos ser realistas, no catastrofistas», subrayó. Por su parte, la gerente de Caeb en Baleares, Isabel Guitart, atribuyó el descenso en la llegada de turistas a Menorca al efecto combinado de varios factores, tanto internos como externos. Aunque recordó que la situación económica que atraviesan los países centroeuropeos no es precisamente boyante, entre ellos destacó la recesión en Alemania, también apuntó que desde Baleares se ha transmitido a los mercados emisores la sensación de «agobio» y «animadversión» hacia el turismo. Para Guitart también ha sido a todas luces negativo el establecimiento de un impuesto como la ecotasa y la imagen de conflictividad laboral y servicios deficientes que se ha transmitido con recientes huelgas o avisos de movilizaciones. En su opinión, ahora más que nunca es necesario llevar a cabo un esfuerzo promocional que trate de recuperar la marca turística que años atrás dio tan buenos resultados y que el visitante «no se sienta como un depredador». La gerente de Caeb se desveló ayer como una firme defensora del modelo turístico que ha funcionado hasta ahora en las isla. «Es cierto que existen alternativas de más calidad», recalcó, «pero ésas no nos permiten llenar los hoteles que tenemos». Y es que no se puede cambiar el modelo turístico de la comunidad sin tener en cuenta previamente la realidad del sector. En términos generales, el informe de coyuntura de Caeb concluye que la economía menorquina ha intensificado su desaceleración. Durante los primeros seis meses del año el PIB sólo ha crecido un 0,9%, tres veces menos que el año anterior y cinco veces menos que en 2000. Por primera vez en los últimos seis años crece por debajo de la media española y europea. El diferencial de renta con los países más ricos, por tanto, empieza a acrecentarse. Por sectores, el primario ha avanzado un 2,1%, la industria un 1,8%, la construcción un 3,5% y los servicios un 0,3%. Por tanto, el estancamiento de este último convive con la desaceleración de los tres primeros. Desde la delegación menorquina de Caeb también se lanzó ayer un aviso a navegantes: la experiencia demuestra que sus análisis y previsiones han sido hasta ahora muy certeros. Quizá dedicaban el mensaje al Govern de Francesc Antich que, apenas unos días antes, había puesto en duda la credibilidad de sus informes. (M. F. R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 24/07/02)
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