48 horas después de la cumbre entre el Govern balear y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (Caeb), el presidente de la patronal, Josep Oliver, en una larga entrevista que publica el diario El Mundo- El Día de Baleares en su edición de hoy, saca conclusiones en frío del encuentro.
48 horas después de la cumbre entre el Govern balear y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (Caeb), el presidente de la patronal, Josep Oliver, en una larga entrevista que publica el diario El Mundo- El Día de Baleares en su edición de hoy, saca conclusiones en frío del encuentro. La galopante desaceleración en la que ha entrado la economía balear, colocándose a la cola de España y por debajo de la media europea, enerva a empresarios que lanzan un claro mensaje a los gobernantes: «Es absolutamente necesario que los políticos, desde Govern, Consells y Ayuntamientos, dejen de poner palos sobre las ruedas de las empresas, que no se merecen estos tratos», reclama Oliver. Los pronósticos negativos sobre la evolución del PIB hechos públicos por la Caeb hizo echar chispas al Ejecutivo de Antich ante la catarata de mensajes negativos que cae sobre el centro de su política económica y de contención del crecimiento urbanístico. Oliver cree necesario que se dé un cambio de talante ante «una realidad que nos obliga a decir la verdad y destapar las cifras». Ante moratorias urbanísticas, sugiere al Pacte de Progrès que deje su estrategia de stop and go. "Habíamos venido solicitando esta reunión durante varias semanas, pero parece ser que la petición no llegó a su destino. Hay que dejar claro que no fue consecuencia de la crispación que se originó por la presentación de los datos sobre coyuntura económica. Diferentes patronales habían insistido en entrevistarse con el presidente para explicarle sus preocupaciones. Todos, o casi la gran mayoría, han dejado dos grandes interrogantes en el aire: ¿El futuro del turismo? ¿El futuro de la construcción? Durante el encuentro le presentamos quejas formales por sus actitudes, ya que nuestro informe es absolutamente objetivo y está totalmente contrastado. Aquí ni el Ejecutivo, ni Sa Nostra ni Hispalink tienen la patente de corso. Desde principios de la década de los noventa, venimos realizando estas valoraciones, no se trataba de sacar a la palestra circunstancialmente las cifras. Además, ya en 1999 nos opusimos a la ecotasa, y durante los dos últimos ejercicios 2000 y 2001 comenzamos a alertar del peligro del estancamiento económico. Ojalá que nos hubiésemos equivocado, habríamos entonado el mea culpa. No hay duda que hemos entrado en un proceso crítico. Percibimos que existía cierta preocupación, y nos complace que por lo menos reconozcan que no están en contra del turismo". En la entrevista, Oliver rechaza categóricamente ciertas acusaciones en el sentido de que los empresarios baleares están haciendo política con la crispación que actualmente se está viviendo en las islas. "En primer lugar, dejaré claro que se nos ha llegado a atribuir que estamos haciendo juego político, algo a lo que contestaría que estamos y nos mantenemos al margen. Y le diría más. Sólo nos interesa que el turismo funcione, que la construcción se revitalice, que los comercios vean la luz del túnel que parece que por ahora no logran percibir, y se dediquen a gestionar y plasmar las realidades. Es muy peligroso hacer de la economía un arma política. Y, en segundo orden, no nos debemos consolar porque las islas han sido la comunidad con mejor ocupación, porque de aquí denoto que Mal de muchos... Les diría: señores quizá estas correcciones no han tenido en cuenta ni la disminución en el número de pernoctaciones ni los esfuerzos que han realizado la industria turística para conseguir llenar con rebajas agresivas. También, tenemos que dejar de escudarnos en el argumento de que fuimos destino refugio del Mediterráneo, cuando el objetivo tiene que centrarse en retener a estos clientes con la ayuda de mejores y más promociones. Hay que poner toda la carne en el asador y recuperar los visitantes perdidos". (Ch. D. diario El Mundo-El Día de Baleares, 26/07/02)
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