La provincia de Cádiz acoge el 69,2 por ciento del turismo de crucero, según indica el estudio sobre el impacto socioeconónico de esta modalidad turística, realizado a través de un convenio de colaboración entre la Autoridad Portuaria, la Cámara de Comercio, la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía.
La provincia de Cádiz acoge el 69,2 por ciento del turismo de crucero, según indica el estudio sobre el impacto socioeconónico de esta modalidad turística, realizado a través de un convenio de colaboración entre la Autoridad Portuaria, la Cámara de Comercio, la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía. Además, el estudio, que se elaboró a través de 862 encuestas entre los turistas que desembarcaron entre una y dos horas, advierte de que estos son en su mayoría británicos y alemanes, los cuales suman más de la mitad del total de visitantes para esta actividad. En rueda de prensa, el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, explicó que "el nivel de ingresos de este turista es de unos 30.000 euros, mientras que en Cádiz", ya que el 91 por ciento de los que arriban a puerto realizan algún tipo de gasto, "colocándose la media de consumo en torno a los 49,86 euros". Dentro de la opinión positiva que se lleva el visitante que llega a Cádiz a través de los cruceros destacan aspectos como las hospitalidad, los espectáculos y el clima, mientras que critican los malos horarios de los comercios, ya que están cerrados cuando acuden a comprar, y la falta de guías turísticos, así como una baja cualificación de los trabajadores del sector servicios. En este sentido, Barra apostó por potenciar la coordinación entre las instituciones para mejorar la señalización orientativa, así como diferenciar en el puerto la zona de mercancías de la de acceso a los cruceros. En el estudio socioeconómico también se ofrecen otras medidas como la mejora de las infraestructuras --cabinas, cajeros automáticos, expositores-- o el acceso a aparcamientos y la señalización de la zona de taxis. Por su parte, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, destacó esa importante cifra de turistas de cruceros que ahora se quedan en la ciudad, cuando antes era sólo de un 30 por ciento. Por ello, precisó que "es necesario trabajar a favor del área metropolitana para rendir competitividad". Así, desde el Ayuntamiento se pondrán en marcha opciones, gracias al estudio socioeconómico, para apoyar a los industriales y potenciar un equilibrio entre los horarios comerciales y la Autoridad Portuaria. De otro lado, el presidente de la Diputación, Rafael Román, apostó por "conseguir ser un puerto base de salida de cruceros, y que no sea incómodo para la compañía que pone en marcha el crucero, ya que eso reforzaría la capacidad y posibilidad del gasto en Cádiz". En cuanto a la relación del descenso del número de cruceros en el año 2000 con el conflicto hispano-británico por el Peñón de Gibraltar, Rafael Barra señaló que el anterior ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, como medida de "hostigamiento a Gibraltar" impidió que cualquier barco que partiera de un puerto español parase en La Roca, lo que también se ordenó en los españoles si éste partía de Gibraltar. No obstante, la alcaldesa de Cádiz subrayó que todo se debió a la aplicación de una política de Estado. En este sentido, Román replicó que "Cádiz no tiene que pagar esa política de Estado, y más cuando existe un acercamiento, que puede generar la confianza del gibraltareño, porque no son enemigos de España".
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