La aerolínea irlandesa Aer Lingus presentará a partir del 27 de octubre cuatro rutas nuevas que unirán Dublín con Praga, Viena y Ginebra y creará la ruta Cork-Málaga, que se sumarán a las cinco rutas que ya lanzó este año entre Dublín y Málaga, Barcelona, Niza, Alicante y Faro, aseguran fuentes de la compañía.
La aerolínea irlandesa Aer Lingus presentará a partir del 27 de octubre cuatro rutas nuevas que unirán Dublín con Praga, Viena y Ginebra y creará la ruta Cork-Málaga, que se sumarán a las cinco rutas que ya lanzó este año entre Dublín y Málaga, Barcelona, Niza, Alicante y Faro, aseguran fuentes de la compañía. El lanzamiento de nueve rutas en un periodo de diez meses es el resultado de una "política eficaz" en la que la compañía pretende hacer un uso de su flota y sus recursos humanos "más efectivo", ya que Aer Lingus no utilizará más personal ni más aviones para operar estas rutas. Según indicaron las fuentes, este recorte en los costes y la mejora en la eficiencia de los recursos de la aerolínea se reflejarán directamente en unas tarifas más baratas para los pasajeros. Así, la compañía ya ha presentado a lo largo de 2002 ofertas para más de tres millones de asientos con precios hasta un 60 por ciento más baratos que en 2001. Por otra parte, la compañía registró unas pérdidas netas de 139,9 millones de euros en el ejercicio fiscal 2001, cerrado a 31 de diciembre de ese año, frente a un beneficio neto de 71,6 millones de euros registrados en el anterior ejercicio. Las pérdidas operativas del Grupo fueron de 50,4 millones de euros para el conjunto del año 2001, frente a unos beneficios de 79,9 millones de euros registrados en 2000. Aer Lingus registró unos ingresos de 1.347,3 millones de euros, un 2 por ciento menos que en el ejercicio anterior y transportó 6,6 millones de pasajeros en 2001, un 4,6 por ciento menos que en 2000. Según explicó el presidente del grupo, Tom Mulcahy, "la compañía respondió con rapidez y flexibilidad tras los cambios que se produjeron en el transporte aéreo comercial después del 11-S al reducir sus costes, mantener el capital de caja, reducir la capacidad y estimular la demanda con promociones de precios especiales". Algunos de los objetivos que el Plan Anticrisis que la aerolínea irlandesa puso en marcha tras el 11-S, son la reducción de los costes de base en 190 millones de euros, el recorte de plantilla en 2.000 empleados, lo que supone un tercio del total, un cambio en la estrategia de negocio del grupo y una congelación de las tarifas.
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