"El 11-S estaba almorzando en el hotel Gran Meliá Victoria de Palma de Mallorca con el hotelero americano Ian Schreicher, cuya mujer trabajaba en las Torres Gemelas", afirma Sebastián Escarrer Jaume, vicepresidente de Sol Meliá en unas declaraciones que publica el diario español "El País" en su edición de hoy.
"El 11-S estaba almorzando en el hotel Gran Meliá Victoria de Palma de Mallorca con el hotelero americano Ian Schreicher, cuya mujer trabajaba en las Torres Gemelas", afirma Sebastián Escarrer Jaume, vicepresidente de Sol Meliá en unas declaraciones que publica el diario español "El País" en su edición de hoy."Además de estupor, la noticia me causó una gran impresión, ya que el viernes anterior cancelé un viaje a Nueva York, donde ese martes tenía una reunión con unos inversores. Directivos de la compañía acudieron en representación mía y estuvimos muy preocupados hasta que confirmamos que estaban bien. No cabe duda de que el 11-S ha marcado un antes y un después en el panorama económico y político internacional, y muy especialmente en el sector turístico. La repercusión que ha tenido, y sigue teniendo, es de tal calibre que, seguramente, las generaciones futuras hablarán del inicio de este siglo recordando los atentados. El 11-S afectó a las costumbres de los turistas sustituyendo los tradicionales trayectos de larga distancia y amplia duración por otros más breves y mucho más cercanos. La recuperación del sector debería iniciarse a final de 2002". (Diario El País, 04/09/02)
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