El Govern balear ha iniciado un trámite para modificar parcialmente el reglamento de la ecotasa. Fundamentalmente, el parche pretende tapar el agujero del Imserso: muchos hoteleros que durante el invierno trabajan con jubilados se estaban planteando este año dejar de hacerlo a causa del reglamento de la ecotasa, que les obliga a liquidar el impuesto, en el caso de haber elegido el pago por módulos, aunque estos clientes estén exentos.
El Govern balear ha iniciado un trámite para modificar parcialmente el reglamento de la ecotasa. Fundamentalmente, el parche pretende tapar el agujero del Imserso: muchos hoteleros que durante el invierno trabajan con jubilados se estaban planteando este año dejar de hacerlo a causa del reglamento de la ecotasa, que les obliga a liquidar el impuesto, en el caso de haber elegido el pago por módulos, aunque estos clientes estén exentos. Es decir, los hoteleros que eligieron liquidar la ecotasa a través del sistema de módulos, que son la inmensa mayoría, deben -según el reglamento del impuesto- abonarlo a la Conselleria de Hacienda cada cuatro meses aunque durante los meses de invierno sólo reciban jubilados, que no pagan ecotasa. Según estos hoteleros, este hecho reducía de tal forma sus beneficios que les hacía plantearse la posibilidad de cerrar a partir del mes de septiembre. El Gobierno pretende que «en caso de que el establecimiento (hotelero) tenga contratadas menos del 85% y más del 45% de las plazas autorizadas, de media quincenal, al alojamiento de turistas integrados en programas sociales subvencionados por una administración pública de alguno de los estados miembros de la Unión Europea, y se complete el porcentaje de ocupación mínima efectiva del 65%, se computará el 50% de sus días de apertura». Es decir, quienes trabajen mayoritariamente con clientes jubilados se librarán de pagar o pagarán la mitad. Así, el Gobierno soslaya el problema que creó la aplicación de la ecotasa a los hoteleros que trabajan con el Inserso. «Parece que están intentando arreglar la chapuza que hicieron en su día», sentenció ayer el presidente de la Federación de Asociaciones Hoteleras de Ibiza y Formentera, Pedro Matutes, «y alguna más tendrá que salir», añadió el empresario ibicenco, quien recordó, además, que «muchos hoteles» de Ibiza se estaban planteando dejar de trabajar con el Imserso: «Rozan la pérdida, tenían que liquidar la ecotasa pero no podían cobrarla». Sin embargo, la más grande de las chapuzas que cometió el Govern cuando elaboró el reglamento de la ecotasa continúa sin su parcheado: a un significativo porcentaje de los alojamientos turísticos de Baleares les tocó la lotería cuando el Govern se olvidó de incluirles en el reglamento del impuesto. Concretamente, quedaron fuera del impuesto hostales, hostales-residencia, casas de huéspedes, fondas y pensiones. Este olvido del Govern significa a efectos prácticos que 468 alojamientos reglados de Baleares quedan exentos del impuesto, de los que 207 están en Eivissa y Formentera. En el caso de las Pitiüses, un 31% de los alojamientos se ha librado del tributo. Lógicamente, estos olvidos han rebajado las previsiones de recaudación de la ecotasa. En febrero pasado, cuando Francesc Antich anunció en Fitur la aplicación de la ecotasa, los técnicos del Govern preveían una recaudación de unos 60,25 millones de euros anuales (10.000 millones de pesetas). Cuatro meses después, el conseller de Turismo, Celestí Alomar, estimó que la recaudación será este año de 24,1 millones de euros (4.000 millones de pesetas), el 40% de lo previsto en un principio. Lo peor de todo es que los cálculos de Alomar para las próximas temporadas se quedan en los 45,18 millones de euros (7.500 millones de pesetas), es decir, el 75% de lo previsto en un principio. (J. M. A., diario El Mundo-El Día de Baleares, 05/09/02)
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