Aerolíneas Argentinas se ha posicionado en los últimos meses como la principal compañía aérea del país austral y volvió a registrar ganancias pese a la devaluación de la moneda nacional y a la fuerte crisis económica en el país suramericano, según informaron fuentes de la empresa.
Aerolíneas Argentinas se ha posicionado en los últimos meses como la principal compañía aérea del país austral y volvió a registrar ganancias pese a la devaluación de la moneda nacional y a la fuerte crisis económica en el país suramericano, según informaron fuentes de la empresa. La situación financiera de Argentina ha provocado una reducción de un tercio en la demanda de vuelos, pero Aerolíneas apostó por una fuerte expansión de rutas y por una reducción de costes que le permitió a sus nuevos dueños, el consorcio español Air Comet, aumentar del 17 al 75 por ciento su participación en el mercado en sólo un año. Así, el comité ejecutivo informó a sus acreedores la semana pasada que la compañía obtuvo en julio ganancias operativas, después de 20 años de pérdidas, informaron las fuentes. Aerolíneas estuvo al borde de la quiebra el año pasado, tras acumular una deuda de 1.200 millones de dólares, durante la década que estuvo bajo el control de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El fuerte ajuste determinado por la SEPI llevó al abandono de rutas internacionales y de vuelos domésticos. El incumplimiento en el pago de los salarios a los empleados derivó en interminables huelgas y protestas. En octubre, la SEPI vendió Aerolíneas a Air Comet, a cambio de que tomara a su cargo la mitad de la deuda global contraída desde 1990, cuando el Gobierno argentino decidió la privatización de su línea de bandera. Ahora, la situación cambió radicalmente, al punto que las compañías que compiten con Aerolíneas en el mercado local afrontan graves inconvenientes para seguir operando y acusan una política monopolista de la firma controlada por Air Comet. Dinar y AIRG, dos de las principales rivales, sufrieron este año la suspensión momentánea de sus vuelos y encararon un ajuste en sus flotas y en su personal para evitar la quiebra. Southern Winds, la otra firma local, ha iniciado un proceso de expansión de rutas internacionales para recaudar en dólares y contener el impacto de la devaluación. El peso se depreció desde enero un 75 por ciento del peso respecto del dólar, lo que ha aumentado los costos de combustibles y mantenimiento. Pero como Aerolíneas consigue el 40 por ciento de sus ingresos de la venta de pasajes al exterior (en dólares) saca provecho de abonar todos sus salarios en pesos, lo que ha reducido sus costos operativos, informaron los portavoces de la empresa.
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