La hostelería debe 27.000 millones de € a bancos y entidades financieras

Según destaca dicha empresa, "se trata de uno de los crecimientos más moderados de entre todas las carteras de crédito que han tenido una variación positiva en el último año. Por encima se sitúan Agricultura (7,2%), Comercio (6,2%) y Transportes (5,2%)".

Por otra parte, 2017 fue "el primer año en que la cartera de crédito a empresas hosteleras consigue crecer después de seis años de tasas de variación negativas".

No obstante, indican las mismas fuentes, "si tenemos en cuenta la financiación exclusivamente por entidades no bancarias o entidades financieras de crédito (EFCs), el saldo del crédito a empresas de este segmento está creciendo desde 2014 y a velocidades de dos dígitos. De hecho en 2017, esta cartera creció un 12,5%".

El crédito a las compañías de hostelería representa un 5% del total del crédito a empresas en España, que en el último ejercicio era aproximadamente de 590.000 millones de euros.

Reducción de la deuda total

Por otra parte, "si analizamos la evolución de la cartera en la última década, se observa que el total del crédito a empresas de hostelería ha caído un 7% desde 2007, pasando de 29.000 millones a los actuales 27.000".

En cualquier caso, Agis recuerda que "en los primeros años de la crisis, el crédito a este sector aumentó hasta casi los 36.000 millones en 2010 para luego entrar una fase más contractiva que llegó hasta 2016", así que "el descenso de la cartera desde su punto máximo al actual es de casi el 25%".

Menos morosidad

En cuanto a la tasa de morosidad, la cartera de créditos a empresas del sector hostelería se ha rebajado casi 4 puntos porcentuales en el último año, situándose en el 10,7%, "lo que es algo menos de la mitad de la mora que presentaba este segmento en 2013 (23,2%), cuando alcanzó su nivel máximo de la década".

Según apunta José Manuel Aguirre, economista y director comercial de AIS Group, “la evolución de la macroeconomía es el principal driver de la mejora o empeoramiento de la calidad del riesgo de las carteras de las entidades financieras".

En el momento actual, añade, "normativas como IFRS9 provocan que las entidades estén muy preocupadas por la calidad de sus carteras, en función de los requerimientos de capital, por lo que las herramientas de seguimiento cobran una gran relevancia. Anticiparse lo máximo posible a potenciales situaciones de deterioro que acaben impactando en su nivel de provisiones y capital es una prioridad. Cuanto antes se pueda prever un empeoramiento de la situación de los deudores, más tiempo habrá para poder adoptar medidas de mitigación del riesgo asumido.