El sector turístico alemán está saliendo de la crisis y espera un crecimiento de entre el 3% y 4% en 2002, lo que también tiene efectos positivos para Baleares.
El sector turístico alemán está saliendo de la crisis y espera un crecimiento de entre el 3% y 4% en 2002, lo que también tiene efectos positivos para Baleares. Aunque el resultado anual para Baleares se quedará por debajo de los niveles del año pasado, se está notando una tendencia al alza, afirmaron ayer fuentes del turoperador alemán TUI. «Actualmente, el número de reservas se encuentra cerca de las cifras del año pasado», después de que en los últimos dos o tres meses, se hayan ido recuperando, aseguraron estas fuentes. A raíz de los bajos niveles de reservas a principios de la temporada de verano, TUI calcula que el resultado final de este año para el destino Baleares se encontrará unos dos dígitos por debajo de las cifras del año pasado. Sin embargo, ahora se está notando «una ligera mejoría». Respecto a las reservas para la temporada de otoño-invierno, «aún es pronto para saber cómo evolucionarán las reservas», teniendo en cuenta que los viajes se contratan cada vez más tarde, apuntaron las fuentes consultadas. Las principales empresas del sector turístico alemán se reunieron el pasado lunes con políticos responsables en esta materia en la sexta cumbre turística alemana en Berlín, organizada por la Federación Nacional de la Economía Turística (BTW). Durante esta reunión se lanzaron mensajes de optimismo, pero también de preocupación. Los representantes del sector coincidieron en advertir que el descenso de la facturación en el mercado turístico sólo es un «estancamiento pasajero», que no apunta hacia una crisis duradera. «Estoy seguro que la calma sólo es un fenómeno pasajero. A largo plazo, no podrá perjudicar el desarrollo positivo del turismo», dijo el presidente de la BTW y de la federación de turoperadores y agencias de viajes alemanes (DRV), Klaus Laepple. Sin embargo, expresó su preocupación por un posible ataque de Estados Unidos a Irak, que podría influir de forma negativa en las reservas. No obstante, a diferencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001, en esta ocasión el sector estaría preparado para enfrentarse a las cancelaciones de reservas que podría ocasionar una posible guerra, matizó el presidente de la TUI, Frenzel. Por su parte, el presidente del mayorista Thomas Cook, Stefan Pichler, advirtió que ello podría provocar fuertes pérdidas en las reservas hacia destinos como Turquía, Egipto, Túnez y Marruecos. Canarias, en cambio, sería uno de los destinos que se beneficiarían. Un factor que sigue influyendo en el mercado turístico es la mala coyuntura en Alemania, que provoca que muchos turistas se decanten por destinos más baratos, afirmó el presidente de Thomas Cook, quien apuntó que «Bulgaria batea Mallorca» en lo que se refiere a las reservas. Sin embargo, según informaciones de varias agencias de comunicación alemanas, Pichler advirtió que los turoperadores no deberían convertirse en un «sector de empresas de descuento», poniendo a la venta viajes vacacionales a precios «de rastrillo». Mientras que los representantes de las empresas turísticas en Alemania se mostraron optimistas que el sector superará la crisis y crecerá un 3 ó 4% el año que viene, el director general de Empresa de la Comisión Europea, Jean-Paul Mingasson, destacó la necesidad de que este crecimiento del turismo tiene que seguir los principios del desarrollo sostenible. «Naturalmente, lo entendemos como la concordancia de la sostenibilidad económica, social y medioambiental», matizó el representante de la Comisión en su conferencia con motivo de la cumbre turística en Berlín. En este sentido, Mingasson destacó que la Comisión Europea está elaborando las bases para una agenda 21 del turismo sostenible europeo. Estas bases serán uno de los principales enfoques del primer Foro Turístico Europeo que convocará la institución el próximo 10 de diciembre en Bruselas, y que en el futuro se organizará de forma anual, señaló el director general. Un aspecto central respecto al desarrollo sostenible es la movilidad. «Los expertos en temas de tráfico plantean ahora la pregunta si el desarrollo del tráfico en Europa será capaz de hacer frente a la prevista duplicación del turismo europeo en los próximos 25 ó 30 años», dijo Mingasson, quien destacó que ello podrá provocar problemas respecto al medio ambiente. En este sentido, el presidente del BTW, Klaus Laepple, se mostró convencido de que el turismo seguirá un desarrollo positivo. Sin embargo, destacó que, a largo plazo, se esperan «cambios estructurales en los hábitos de viajar». Estos cambios en el turismo tradicional traerán «nuevos potenciales de crecimiento» para las empresas del sector, según Laepple. (Ch. M., diario El Mundo-El Día de Baleares, 18/09/02)
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