Las agencias se movilizarán contra el sistema de entradas de la Alhambra

El presidente de la Asociación de Empresas de Mediación Turística, Juan Peláez, ha informado de que la protesta está prevista a partir de las 11.00 horas en el entorno del propio monumento nazarí, a la espera de la autorización de la Subdelegación del Gobierno.

Según Peláez, las agencias de viajes y otros representantes del sector turístico pretenden hacer visible el descontento existente con un sistema de gestión de entradas que está perjudicando no solo a muchas empresas y familias sino al propio destino.

Posible reventa

Además, ha denunciado que, en contra de su objetivo, el nuevo sistema facilita incluso la reventa, ya que permite asignar entradas a agentes de viajes que realmente no cuentan con clientes y que luego pueden hacer negocio con los tiques.

Aunque el presidente de la asociación ha reconocido que el nuevo sistema nominativo de entradas está funcionando bien para el turismo individual y ha evitado las habituales colas, ha lamentado que este no sea viable para los visitantes en grupo.

El director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández, muestra la nueva entrada al monumento nazarí. EFE/Archivo

"No hay manera de dialogar con el Patronato que gestiona la Alhambra para que podamos discutir y llegar y a un acuerdo sobre este sistema impuesto", ha señalado Peláez, que ha definido como "un caos" la situación originada.

Sistema “farragoso”

Incluso ha augurado que Granada esté "abocada al paro" como este siga en marcha y ha alertado de que, ante las dificultades para visitar la Alhambra, monumento que representa su principal atractivo, los operadores turísticos ya estén ofreciendo otros destinos.

"Mucha gente viene para visitar la Alhambra y, si es tan complicado, opta por irse a otros sitios", ha añadido, al tiempo que ha explicado que la mayor parte de los turistas contrata sus visitas y actividades en el propio destino, algo que se complica con el actual sistema de entradas para grupos.

Peláez ha insistido en que el sistema resulta "farragoso", sitúa al cliente en una "incertidumbre permanente" y, a diferencia de otros monumentos del resto de España con los que también trabajan las agencias de viaje, establece un control "muy exhaustivo" con los tiques.