París quiere prohibir el alquiler de Airbnb en el centro de la ciudad
Afectaría al arrendamiento de casas enteras y no al de habitaciones individuales
Publicada 12/09/18- El edil competente en la materia propugna una reforma legislativa que permita adoptar esa medida
- Quiere llevar el asunto a Bruselas e invita a otros ayuntamientos a hacer un frente común
- Piensa que muchos de los problemas de su municipio son compartidos por Barcelona
El responsable de Vivienda del Ayuntamiento de París, Ian Brossat, cree que "hay que detener con medidas drásticas" la proliferación del arrendamiento turístico que se oferta a través de las plataformas de internet. Por eso, en un libro-programa político que acaba de publicar, apuesta por prohibir la actividad de Airbnb tal y como se desarrolla ahora en los distritos más céntricos de su ciudad. "La situación es tan grave que las medidas deben ser de mucho calado", argumenta Brossat.
"Airbnb ya no es la plataforma romántica en la que los viajeros dormían en casas de habitantes", dice Brossat en una entrevista concedida a Efe, en la cual acusa al portal de internet de vaciar de habitantes a barrios enteros de la capital gala. En ese sentido, indica que en la zona del centro de París, en el entorno de la catedral de Notre-Dame, el museo Pompidou o el de Picasso, más de un cuarto de las viviendas son de alquiler turístico.
El concejal es partidario de volver a la situación anterior, cuando Airbnb solo podía alquilar habitaciones de viviendas particulares y no apartamentos completos, lo que a su juicio acabaría con la especulación que están llevando a cabo grandes empresas.
Azote de Airbnb
Exponente comunista de la coalición de izquierdas que gobierna la capital francesa bajo la batuta de la socialista Anne Hidalgo, Brossat se ha convertido en el azote de ese portal de alquiler turístico. El edil es, a sus 38 años, el rostro joven de su partido, hasta el punto de ser designado cabeza de lista a las europeas del año próximo. Un trampolín desde el que pretende dar a nivel comunitario la batalla que desde hace cuatro años lleva encabezando contra la "invasión" del alquiler turístico que, a su juicio, "está desvirtuando la vida urbana".
"Hay barrios donde apenas hay parisienses, donde las tiendas de alimentación se han convertido en otras de ropa y donde hay que cerrar clases por falta de niños", aduce el concejal comunista de la capital europea con mayor densidad de población.
Desde hace dos años, bajo la batuta de Brossat, que ha contado en todo momento con el respaldo de Hidalgo, París ha adoptado un arsenal de medidas para regular el alquiler turístico.
Los propietarios deben inscribirse en el Ayuntamiento y solo se puede alquilar la vivienda 120 días al año, pero el concejal asegura que Airbnb no cumple la ley y que la situación se agrava.
"Queremos devolver París a los parisienses, es lo que nos piden los ciudadanos, que los barrios vuelvan a recuperar su vida de barrio", alega.
Frente común con otras ciudades
El concejal es consciente de que la prohibición que plantea supera el marco municipal y obliga a una reforma legislativa, pero está dispuesto a llegar donde sea necesario, incluso a Europa. "No es un problema de París, lo compartimos con otras ciudades y creo que la solución puede estar en Bruselas", apunta.
Airbnb lo ha visto claro y está persiguiendo que la Comisión Europea anule los reglamentos regulatorios adoptados por ciudades como Londres, Berlín, Madrid, Barcelona o París, cada una con sus peculiaridades. "Actúan como un lobby y nosotros tenemos que reaccionar para defender en Bruselas los intereses de los ciudadanos", señala.
Su guerra, asegura, no es contra los parisienses que quieren sacarse un dinero extra alquilando a turistas su vivienda o habitaciones de ella. "La prohibición afectaría solo a las viviendas enteras, pero podrán alquilar una o varias habitaciones", reitera el concejal, que recuerda que una medida similar ha sido adoptada en Berlín.
Brossat descarta otras medidas que, afirma, han sido ideadas por el sector hotelero, como las adoptadas en Nueva York, donde se ha impuesto a Airbnb que el alquiler mínimo sea de 30 días, lo que ha desinflado la burbuja de esa plataforma en la Gran Manzana.
El concejal comunista cree que París tiene muchos puntos en común con Barcelona y que, juntos, pueden reflexionar sobre soluciones para evitar convertirse en guetos para turistas.
"París es la ciudad más visitada del mundo y, por ello, tenemos una responsabilidad particular en este combate", apostilla.
Otro de sus caballos de batalla son las residencias secundarias que, a su decir, vacían una ciudad "en la que falta vivienda", por lo que quiere limitar su compra. Se trata de otra cuestión que sobrepasa el ámbito municipal y que Brossat quiere llevar a Europa.
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