La economía circular, un nuevo desafío para el sector turístico
Publicada 24/09/18
- Es la contraposición a la economía del gasto, se plantea como la recuperación permanente de todo lo que se utiliza
- ”El coste de no estar en la economía circular es perder competitividad y no podemos olvidar que somos líderes mundiales”, J.F. Valls
- “En el sector hay que hacer un esfuerzo considerable por reducir los costes, gastar lo adecuado y traspasarse a energías alternativas"
Las empresas turísticas que apuesten por la economía circular serán más rentables y competitivas, según señala Josep Francesc Valls, catedrático de la escuela de negocios ESADE. Se trata de un modelo productivo que apuesta por reutilizar en lugar de desechar para ahorrar recursos y reducir el impacto ambiental (este reportaje forma parte de los contenidos de la revista HOSTELTUR de septiembre).
Las principales economías se caracterizan actualmente por un modelo de desarrollo lineal. Es decir, producir, consumir y desechar. Sin embargo, este sistema implica un fuerte consumo de energía y genera una ingente cantidad de residuos que está impactando de manera alarmante en el medio ambiente. Por esta razón, las autoridades políticas se han propuesto modificar este modelo productivo y sustituirlo por la denominada economía circular: producir, consumir y reutilizar.
De hecho, se ha convertido en una prioridad para la Comisión Europea, que en diciembre de 2015 presentó un plan de acción destinado a hacer realidad ese cambio y que incluye la revisión de la legislación sobre residuos y medidas económicas, sociales e industriales para un desarrollo sostenible y un uso más eficiente de los recursos.
Pero, ¿cómo funciona y cómo afecta al sector turístico? La propia Organización Mundial de Turismo (OMT) defiende la necesidad de utilizar la economía circular para innovar y hacer que esta actividad sea más sostenible.
Según Josep Francesc Valls, catedrático de la escuela de negocios ESADE, “la economía circular es la contraposición de la economía del gasto. Se plantea como la recuperación permanente de todo lo que se utiliza. Es decir, al llegar a la obsolescencia de un producto, se reutilizan los materiales usados en su fabricación para crear otros nuevos. Este modelo propone que nada se pierda y todo se reutilice”.
Y “el turismo es uno de los sectores donde la economía circular se presenta más interesante y más rentable”, añade. Entre otras ventajas, supone un importante ahorro energético como consecuencia de sustituir las energías tradicionales, más caras y con mayor impacto en la capa de ozono, por energías alternativas y con usos más adecuados.
Reconoce que es posible que haya que hacer una inversión más costosa al principio, “pero a medio plazo va a ser altamente rentable, porque además va a permitir reducir costes”. Además de energía y agua, destaca la importancia de reutilizar todos los materiales en todos los ámbitos, desde la fabricación de una mesa, por ejemplo, hasta el cemento que se usa para construir un edificio.
“El turismo es uno de los sectores donde la economía circular se presenta más interesante y más rentable", según el profesor Valls.
Es decir, todo lo que se utilice en un establecimiento tiene que ser convenientemente reciclable. Recuerda que existe ya el distintivo internacional Cradle to Cradle (de la cuna a la cuna), que tienen ya muchos establecimientos españoles y que contempla que tanto el agua como la energía y todas las materias primas que se utilizan en la construcción y rehabilitación de un hotel sean convenientemente reciclados en el momento en que el inmueble entre en obsolescencia.
“En el sector turístico hay que hacer un esfuerzo considerable por reducir los costes, gastar lo adecuado y traspasarse a energías alternativas renovables”, asevera. La construcción de un hotel se puede hacer desde una perspectiva sostenible, aunque conlleve unos costes superiores, pero a medio plazo esta inversión se rentabilizará mucho antes, de acuerdo con Valls.
Una inversión más que rentable en el medio plazo “La experiencia nos permite deducir que aquellos establecimientos que se ofrecen como economía circular completos tienen unas tarifas en torno a un 20% superiores al resto, y si tenemos en cuenta que los costes de implantar técnicas sostenibles de economía circular estarían por debajo de esa cifra, resulta rentable hacer estos cambios”, añade.
La OMT defiende la necesidad de utilizar la economía circular para innovar y hacer que esta actividad sea más sostenible
Es más, asegura que “hay mucha gente que hoy ya no está dispuesta a ir a establecimientos turísticos que no tengan distintivos de calidad. El usuario está dispuesto a pagar más, con lo cual se genera mayor rentabilidad”. Mejora de la competitividad Josep Francesc Valls está convencido de que “la economía circular es un factor fundamental de la mejora de la competitividad en la medida en que se asocia a la marca del establecimiento un elemento altamente valorado por el público”.
Asimismo, señala que también “los turoperadores cada vez más contemplan que aquellos hoteles que no tienen medidas medioambientales más o menos radicales no entran en su catálogo de oferta y aquellos que tienen medidas sostenibles radicales tienen la capacidad de ser vendidos a precios superiores”.
¿Vamos a buen ritmo?
“No estamos en el punto inicial, pero sí en un momento crítico porque las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, el medio ambiente y la economía circular han estado aquí desde hace muchos años, sin embargo, el sector turístico, mayoritario en pymes y micropymes, ha ido muy lento”.
De todas formas, “las grandes empresas del sector turístico español están a la cabeza de las innovaciones en este campo. Vemos experiencias en todos los grandes grupos, se están haciendo avances muy importantes”, asevera el catedrático de ESADE.
En destinos, en torno al 30% de los municipios tiene Agenda Local 21, cuyo objetivo es ser un destino medioambiental. Riesgo de perder el liderazgo si no se toman medidas. “El coste de no reciclar, de no estar dentro de la economía circular es perder competitividad y, teniendo en cuenta que somos líderes mundiales en el sector turístico, estamos arriesgándonos a no continuar como líderes en los próximos años”, afirma.
“Lo peor que nos puede ocurrir es que seamos líderes en cuanto a número de viajeros pero no seamos a la vez líderes en innovación y calidad, lo cual suele ir siempre junto”, añade.
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