Hacienda pretende que plataformas como Airbnb y Uber paguen más impuestos

La ministra, que compareció en la Comisión de Hacienda del Senado para exponer las líneas generales de su ministerio en materia presupuestaria, fiscal y de financiación autonómica y local, indicó que “la nueva fiscalidad para el siglo XXI se tiene que adaptar a los nuevos modelos de economía globalizada y digital”, en línea con lo que ha propuesto la Comisión Europea, que estudia que las grandes compañías digitales declaren y tributen allí donde su negocio alcance un volumen determinado, según precisó Montero.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda.

En esa línea, anunció que van a estudiar un tratamiento fiscal "para este fenómeno ya no tan reciente de la economía colaborativa, fundamentalmente en los sectores del alojamiento y el transporte".

El nuevo impuesto a los servicios digitales no se incluirán en los Presupuestos Generales del Estado para 2019

Es más, indicó que hay plataformas "dedicadas a estos servicios que están generando una actividad económica de miles de millones que no tributan de forma adecuada porque la fiscalidad actual no reconoce este tipo de actividad. Y que incluso entran a veces en competencia desleal con los sectores tradicionales".

María Jesús Montero propuso un impuesto del 3% para las grandes empresas tecnológicas, la denominada tasa Google, que gravaría la publicidad, la venta de datos de los ciudadanos y las transacciones entre los particulares y el comercio.

Este gravamen, que se tramitará como un proyecto de ley al ser un impuesto nuevo, afectará a las compañías con una facturación superior a los 750 millones de euros en el mundo y tres millones en España.

Menos impuestos para las pymes

Por otro lado, la ministra detalló que el Gobierno pretende establecer un tipo efectivo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades para las grandes corporaciones, no para las pymes ni para las microempresas.De hecho, destacó que éstas “no sólo no tendrán una subida de la fiscalidad”, sino que el Ejecutivo ha planteado “una reducción de los tipos que pagan”.

En concreto, la medida supondría una rebaja de dos puntos en el impuesto y beneficiaría a las pequeñas empresas que facturen menos de un millón de euros.