El presidente de la cadena hotelera Sol Meliá, Gabriel Escarrer, pidió un estudio para la implantación de una moratoria a la construcción de nuevas plazas hoteleras en las zonas turísticas andaluzas de la Costa del Sol, en Málaga, Almería y Sancti Petri (Cádiz), ya que considera que "se están masificando".
El presidente de la cadena hotelera Sol Meliá, Gabriel Escarrer, pidió un estudio para la implantación de una moratoria a la construcción de nuevas plazas hoteleras en las zonas turísticas andaluzas de la Costa del Sol, en Málaga, Almería y Sancti Petri (Cádiz), ya que considera que "se están masificando". Escarrer, quien pronunció en la noche del viernes una conferencia en Torremolinos (Málaga) con motivo del XXV aniversario de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), hizo especial hincapié en la necesidad de llevar a cabo "una limitación racional del crecimiento de la oferta de alojamiento" en el litoral malagueño. "Seguimos cometiendo el grave error de apostar por la masificación, lo que puede tener consecuencias desagradables en el futuro y de difícil solución", destacó Escarrer en su conferencia ante más de 300 empresarios turísticos de la zona, a los que instó a impulsar "un estudio sobre el desarrollo turístico de la Costa del Sol que ponga fin al crecimiento indiscriminado". En este sentido, calificó como "muy positiva" la política de esponjamiento llevada a cabo en Baleares, con la elimininación de "mazacotes" construidos a pie de playa y consideró que en la misma línea se debe actuar en el litoral malagueño. A su juicio, a la Costa del Sol "le falta embellecer las zonas turísticas, más zonas verdes y más plazas de aparcamiento". "Hay que recoger lo que el cliente quiere, porque nosotros estamos aquí para satisfacerle y debemos hacer todos nuestros esfuerzos para encauzar y complacer a ese cliente", destacó Escarrer en declaraciones a los periodistas, tras la conferencia. A juicio de Escarrer "lo primero" que deben hacer los hoteleros es unificar sus criterios para "plantearnos qué es lo que queremos, si una moratoria, si recesión o si llevar a cabo un estudio profundo de la planificación turística cara al futuro". Escarrer ligó el futuro de la industria turística a la sostenibilidad y destacó que ya en 1997 advirtió a través de un artículo la necesidad de evitar el "crecimiento desmedido" de la Costa del Sol, especialmente en la localidad de Marbella, a cuyo alcalde, Jesús Gil, le envió una carta en la que le aconsejaba respetar las zonas verdes y no incentivar las construcciones verticales, de modo que se pudiera mantener como un destino de calidad y no se masificara. "Si somos conscientes que ya hay zonas turísticas como Canarias o Baleares que han llevado a cabo un plan de moratoria con éxito, debemos ir allí y estudiarlo", destacó Escarrer, quien sin embargo señaló que "la problemática de Baleares no es la misma que la de la Costa del Sol", ya que una isla tiene "un espacio muy reducido mientras que aquí --en alusión al litoral malagueño-- hay cientos de kilómetros de costa". Escarrer también aludió a que "la problemática de Torremolinos" es muy diferente a la zona comprendida ente Estepona y Gibraltar, donde apenas hay hoteles, de modo que la limitación de las plazas hoteleras es un asunto que "hay que estudiar con profundidad". El fundador de la primera compañía hotelera vacacional del mundo destacó que hasta ahora el empresariado de la Costa del Sol "ha demostrado que es un buen profesional", como, a su juicio, lo prueban las "ocupaciones realmente buenas de los últimos años". Explicó que en Baleares, antes de aplicar la moratoria, se produjo "un desfase considerable entre la oferta y la demanda", lo que conllevó un abaratamiento de precios y un deterioro de la calidad. Sin embargo, "hay que evitar que suceda esto a la Costa del Sol, pero no cuando haya una crisis profunda, sino hacerlo con antelación y demostrar que somos profesionales", subrayó Escarrer. Escarrer aseguró que "un motivo de satisfacción" es que Andalucía sea la Comunidad autónoma en la que más hoteles tiene Sol Meliá, ya que tiene abiertos 36 hoteles, mientras que "en Mallorca o Baleares que es nuestra sede sólo tenemos 30". "Esto significa que nosotros apostamos realmente por Andalucía porque vemos que tiene un potencial, porque hay profesionalidad, porque saben hacer bien las cosas y porque estamos satisfechos de cómo nos va aquí", aseguró Escarrer.
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