El presidente de la cadena hotelera Sol Meliá, Gabriel Escarrer, advirtió de que el destino español "empieza a tener etiqueta de caro", lo que es "malo" para la industria turística nacional, porque existen destinos competidores con precios "considerablemente" más baratos.
El presidente de la cadena hotelera Sol Meliá, Gabriel Escarrer, advirtió de que el destino español "empieza a tener etiqueta de caro", lo que es "malo" para la industria turística nacional, porque existen destinos competidores con precios "considerablemente" más baratos. Escarrer destacó, en una conferencia pronunciada en la noche del viernes en Torremolinos (Málaga) con motivo del XXV aniversario de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), que con la entrada del euro "se han subido los precios" y que "hay gente que se ha pasado de lista" en este incremento. Mientras tanto, destinos competidores de España como Turquía han ofrecido este verano precios entre un 15 y un 20 por ciento más baratos, lo que ha hecho que "cojan mercado" que antes viajaba a España. En este sentido, Escarrer destacó que la recesión en la economía alemana ha afectado a algunos destinos nacionales, especialmente a Baleares y Canarias. Sin embargo, no cree que se pueda hablar de crisis en el turismo, "sino de recesión, que ha afectado más a unas zonas turísticas que a otras". Entre las zonas más afectadas, Escarrer enumeró a Baleares, que este año tendrá entre 800.000 y un millón de turistas menos, y a Canarias. Mientras tanto, en Benidorm (Alicante) y en la Costa del Sol ha sido "un buen año" debido a su menor dependencia del mercado alemán. Escarrer también advirtió de que España "está perdiendo en gran medida uno de sus mayores atractivos, que es la hospitalidad del personal" de los establecimientos hosteleros. El presidente de la mayor compañía hotelera vacacional del mundo lamentó que "antes había en la gente esa sabiduría innata que les llevaba a estar pendiente de la clientela más por gusto que por obligación". Por ello, Escarrer abogó por el "servicio personalizado" para satisfacer a la clientela de los establecimientos hoteleros e instó a los empresarios a dar una formación continua a sus empleados. En cuanto al futuro del sector turístico, pronosticó que en los próximos cinco años van a haber más fusiones entre compañías hoteleras de las que se "se han producido en los últimos 50 años" y advirtió de que el "auge extraordinario de los cruceros" convierten a esta modalidad vacacional en "uno de los principales competidores de los hoteles". Asimismo, Escarrer advirtió de que "no podemos descuidar la integración vertical de los turoperadores" que "afectará" a los hoteles. A juicio de Escarrer, el hecho de que los turoperadores tengan su propias agencias de viajes, líneas aéreas y hoteles "afectará a los hoteles pequeños mucho más de lo que la gente se cree". En este sentido, explicó que la competitividad de los hoteles ante esta integración pasa por su especialización y por fidelizar al cliente. "Los turoperadores canalizan la oferta donde le interesa", destacó Escarrer, quien puso como ejemplo el hecho de que a sus hoteles le dan en sus folletos una doble página mientras que a otros etablecimientos que no son propios le dan media.
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