Tendencias: La fusión de experiencias y cultura trae locos a los TTOO

Brexit: la falta de acuerdo sería una pesadilla burocrática para los turoperadores y difultaría el tránsito de viajeros

Durante la feria World Travel Market de Londres, la ministra de Industria y Turismo de España, Reyes Maroto, dijo que sería necesario preparar planes de contingencia ante la posibilidad de un Brexit sin acuerdo. Si eres una empresa turística ¿Cómo deberías preparar un plan de contingencia de este tipo?

Es algo extremadamente difícil si eres una empresa turística diseñar un plan para un Brexit sin acuerdo. Es casi preguntarte cómo te preparas ante el impacto de un asteroide. Las consecuencias de un Brexit sin acuerdo, incluso si eres un turoperador británico especializado en España, son muy severas.

¿Consecuencias de qué tipo?

Para empezar, está la cuestión de cómo tus clientes van a poder entrar en España. Hasta ahora, el hecho de formar parte de la Unión Europea hace que los controles para viajar entre Reino Unido y España sean suaves. Es obvio que los británicos, al viajar a España, entramos en la zona Schengen, pero estamos entrando en dicha área como miembros de la Unión Europea.

Y temen que esto ya no será así a partir de marzo…

Cuando el Reino Unido abandone la Unión Europea, automáticamente dejará de ser un miembro estado de la UE y sus ciudadanos, en teoría y por ley, tendrán que pasar a través de los controles de inmigración para viajeros no-UE. Y los funcionarios de inmigración están obligados por ley a preguntar a todos los viajeros no comunitarios cuál es la duración de su viaje, el propósito de su visita y si es necesario dónde se van a alojar. Este trámite puede llevar 90 segundos más respecto a la verificación normal del pasaporte.

90 segundos no parece mucho…

No lo es si eres el primero o segundo de la cola...Pero si formas parte de un grupo de turistas británicos que acabas de salir de un avión de 250 pasajeros, eso puede significar hasta una espera aproximada de cuatro horas. Y eso es una gran dificultad, no solo para los viajeros, sino para los aeropuertos también. Puede ser potencialmente catastrófico para la industria y estoy verdaderamente preocupado por ello.

Tom Jenkins, CEO de la asociación ETOA (European Tourism Association), fotografiado en la feria World Travel Market de Londres, la semana pasada.

¿Qué otras dificultades prevé?

Cuando hablamos de los aspectos prácticos de operar en la Unión Europea, la UE es una máquina genial para evitar el papeleo y formalidades burocráticas. Pero cuando sales de la UE, todos esos trámites y formalidades comienzan a caer sobre ti. Y ahora mismo no tenemos manera de saber si los miembros de ETOA que operan en España podrán usar guías turísticos británicos para llevar sus grupos, sobre todo si son viajeros de Estados Unidos. No sabemos cuál va a ser el estatus de esos profesionales; o si los autobuses tendrán permiso para moverse por Europa; o si los empleados desplazados podrán seguir trabajando en España como representantes de los turoperadores… Y luego está la complicación adicional de los impuestos directos.

¿A qué se refiere?

Hasta ahora, los operadores turísticos con sede en el Reino Unido pueden usar el llamado TOMS (Tour Operator’s Margin Scheme), un mecanismo que permite trabajar a las compañías que están dentro de la Unión Europea. Cuando el Reino Unido salga de la UE, todos los impuestos directos e indirectos serán más complejos. Las autoridades españoles, en teoría, tendrán el derecho de pedir a cualquier compañía que no sea miembro de la UE que se registre para liquidar impuestos en España y completar los formularios españoles del IVA… Y esto a su vez generará más dificultades porque las empresas británicas no están acostumbradas a rellenar formularios españoles del IVA ni a las regulaciones fiscales de España… Esto también será un desafío para la Hacienda española, que lo tendrá complicado para inspeccionar los libros de compañías radicadas en el Reino Unido. Y todo esto es solo una muestra de los considerables problemas prácticos que afronta ahora la gente.

Resumiendo… ¿es imposible entonces preparar un plan de contingencia ante el Brexit?

Pues sí…Como decía antes, es casi como querer prepararse ante el impacto de un asteroide. Nadie sabe lo que va a pasar… Sinceramente, yo espero que los gobiernos lleguen a algún tipo de acuerdo, porque las consecuencias de un Brexit sin acuerdo son realmente complicadas para el Reino Unido y la UE. Imagino que habrá algún período de transición. Tiene que haber un acuerdo.

¿Y si no lo hay al final?

Los problemas a los que se enfrentará el Reino Unido serán mucho más considerables que nuestra incapacidad para enviar a gente de vacaciones a España. Podrían producirse gigantescas colas en los puertos de mercancías británicos; se pondría en riesgo nuestra capacidad para importar la comida que el país necesita o los componentes que necesitan las fábricas para continuar la producción; habría problemas para Irlanda dado que este país recibe la mayoría de alimentos frescos procedentes de la UE a través del Reino Unido…

A pesar de todo, un informe de ForwardKeys apunta que las reservas para viajar desde el Reino Unido a la UE muestran un crecimiento del 5,4% para el año que viene, de momento. ¿Cree que la demanda va a mantenerse?

La demanda para viajar a otros países europeos es robusta. Los británicos están acostumbrados a salir de vacaciones al extranjero. El problema que tenemos, con el Brexit, es técnico, no sabemos muy bien cómo van a poder entrar en España, Portugal, Francia o Alemania si al final hay un Brexit duro, sin acuerdo sobre el tránsito de personas entre fronteras.

España: para no venderse como una playa commodity hay que seguir apostando por la renovación de destinos maduros

En otro orden de cosas, los hoteleros españoles se muestran preocupados por la recuperación de destinos competidores ¿Tiene algún mensaje para ellos?

España se benefició de las desgracias de otros destinos en el pasado y ahora va a perder ese beneficio. ¿Pero significa eso que los hoteleros españoles deben preocuparse? Creo que España es un producto único, que no puede ser duplicado por Turquía ni por Egipto. Por dicho motivo, los destinos españoles deben seguir concentrándose en lo que hacen bien y continuar la renovación de los destinos maduros, como por ejemplo estamos viendo en Magaluf.

¿Cree entonces que España ha tomado un buen camino?

En la última década, hemos visto cómo España se está alejando del concepto playa commodity. Se están reformando algunos sitios, aunque todavía quedan muchos lugares que necesitan ser arreglados... Pero en todo caso se está convirtiendo en un mejor destino para gastar dinero.

Tendencias: Hay una gran demanda en todos los mercados emisores de nuevas experiencias culturales

Me gustaría preguntarle si en la feria World Travel Market ha observado alguna tendencia interesante...

Hemos organizado un workshop para operadores europeos de receptivo, al que asistieron 400 compradores de todo el mundo, incluyendo un centenar de empresas turísticas de China, y 600 proveedores, muchos de ellos procedentes de España. Y en esta jornada hemos comprobado que hay un apetito enorme, de todos, de nuevas experiencias culturales, de todo tipo. Hay una gran demanda de nuevos productos que vengan bajo la frase “experiencial”. Esto lo buscan agencias online, turoperadores...Todo el mundo está buscando actividades nuevas donde el cliente disfrute haciendo cosas y que no tienen por qué ser la actividad o la visita más famosa de un destino. El caso es que estas nuevas experiencias se están convirtiendo en un componente central del paquete turístico que se ofrece al cliente. No es que esta demanda sea algo completamente nuevo, pero sí es cada vez más fuerte, la gente se está volviendo loca con esta tendencia.

Visados Schengen: los complicados trámites están frenando la llegada a España de turistas de alto gasto de mercados lejanos

Esa es la buena noticia ¿y la mala?

Los visados para viajar a los países europeos miembros de la zona Schengen, como España, todavía requieren que el turista facilite datos biométricos e información detallada sobre sus finanzas y empleo actual. Pero este requisito está demostrando ser un desincentivo para los viajeros de mercados emisores de larga distancia interesados en Europa: el 20% cancela sus planes cuando comprueba lo que involucra la solicitud del visado, según una encuesta que realizó ETOA. Si España quiere incrementar el número de turistas de mercados lejanos, viajeros con elevado poder adquisitivo, interesados en los productos culturales, etc, entonces tendría que convencer a sus socios europeos para simplificar el proceso de solicitud de los visados Schengen. Porque ahora estos pesados trámites actúan como una barrera para mucha gente interesada en viajar a España.