La red de campos de golf de Mallorca genera un impacto de 167 M €

La red, que se extiende por nueve municipios de la isla de elevada especialización turística, "cuenta con una propuesta de valor sólida que se materializa en una carta de servicios altamente transversal y se apoya en una dotación de instalaciones deportivas y extradeportivas de calidad", afirmó Riera.

De acuerdo con el informe, titulado “Red de campos de golf de Mallorca. Estudio de impacto económico”, los 166,94 millones de euros que genera este deporte suponen el 0,59% de la producción anual de bienes y servicios de Mallorca. Un porcentaje que se fija en el 0,47% si el impacto se extiende al conjunto de Baleares. Además, su incidencia es altamente transversal, ya que benefica a todos los segmentos de mercado de la estructura productiva de las islas.

La red de campos de golf de Mallorca efectúa una notable contribución a las cuentas regionales en términos de producción, valor añadido y empleo, y fomenta la estabilidad laboral. El 89,2% de los trabajadores asociados a la gestión de los campos dispone de contrato indefinido, mientras que el 97,4% desempeñan su labor a jornada completa.

De izquierda a derecha, Luis Nigorra (presidente Asociación Campos de Golf de Mallorca), Antoni Riera (director técnico de la Fundación Impulsa Balears), Bernardino Jaume (presidente de la Federación Balear de Golf), Carmen Planas (presidenta de la CAEB), Iago Negueruela (conseller de Trabajo, Comercio e Industria del Govern balear) y Xisco Vila (consejero delegado de Arabella Hoteles), en la presentación del estudio que se celebró en el Golf de Son Muntaner.

El análisis indica que configura una carta integral de servicios por valor de 81,65 millones de euros anuales, la mayor parte de los cuales derivan de la vertiente deportiva (43,2%) y, de los servicios de alojamiento (38,4%) y restauración (12,2%).

Por cada euro facturado, la red provoca un aumento de la producción de bienes y servicios de 2,04 euros en Mallorca y 2,08 en Baleares.

“Su efecto multiplicador total se asimila o supera el de otras actividades de servicios altamente representativos del tejido insular –como son el alojamiento (2,04), la restauración (2,02) y el transporte aéreo (1,97)–, además del que ejercen manufacturas clásicas en el patrón de especialización industrial mallorquina –como la elaboración de bebidas alcohólicas (1,87)”, detalla Antoni Riera.

El golf presenta una alta capacidad para contribuir a reducir la estacionalidad de la isla, ya que la mayor parte de su actividad se concentra en temporada media (47,1%, total rounds) y mantiene un notable equilibrio entre la temporada baja (23,9%) y alta (29%)

El director de la Fundación Impulsa Balearsa sostiene que "la red tiene potencial para contribuir a la generación de nuevos servicios de mayor valor añadido. Su vinculación directa con segmentos productivos que forman parte del clúster de ‘alojamiento y turismo’ y, por extensión, a las denominadas ‘industrias experiencia’ le permite reconfigurar su actual propuesta de valor a partir de las interrelaciones que mantiene con las actividades turísticas y los servicios empresariales”.

Los campos de golf atienden tanto a los residentes como a los no residentes, pero el estudio destaca la importancia de la demanda turística internacional. De hecho, ocho de cada 10 rounds son jugados por extranjeros, principalmente alemanes (43,7%) y británicos (13,9%), así como nórdicos (9,9%), suizos (3,3%) y austríacos (1,6%).