La Villa Reale di Marlia se convertirá en hotel de lujo
Publicada 21/03/15
Una de las más famosa villas históricas de Lucca, una ciudad de La Toscana, en Italia, la Villa Reale di Marlia, ha sido vendida por Lionard Luxury Real Estate. La villa fue comprada a sus últimos propietarios (la aristócrata familia de los condes Pecci Blunt) por una pareja residente en Suiza, que, tras haberla restaurado con la autorización del Patronato de Patrimonio Cultural, la convertirán en un hotel de lujo.
La villa forma parte de las llamadas "villas monumentales de Lucca". Construida en el siglo XV en los campos que rodean Lucca, y propiedad de banqueros ricos y comerciantes de seda, adquirió su fama gracias a Elisa Bonaparte, a quien su heramano Napoleón había coronadi princesa de Lucca y Gran Duquesa de la Toscana. Fue el mismo Napoleón quien, en 1806, compró la Villa Marlia y la adyacente villa del Vescovo y las convirtió en una única propiedad.
La villa cuenta con un jardín de 19 hectáreas de estilo inglés, que conserva partes originales del siglo XVII, como el magnífico Teatro di Verzura, construido en 1652: un teatro de verdad, con paredes de setos y estatuas de terracota que representan a los personajes de la Commedia dell'Arte. La extensión del interior de los edificios alcanza los 18.000 metros cuadrados. La villa cuenta con innumerables habitaciones, entre ellas el gran salón de baile donde la princesa Elisa celebraba sus famosas fiestas, con invitados tan ilustres como el gran violinista Niccolo Paganini, ejerciendo de "director de orquesta".
La Villa Reale di Marlia es una de las 70 villas y residencias históricas de la provincia de Lucca que la Lionard Luxury Real Estate posee en su portfolio, entre las que se incluyen la magnífica Villa Brugier y la Villa San Pancracio. Casi todos estos edificios datan de los siglos XVI y XVII y tienen "una muy buena relación calidad-precio. Por ello, están muy solicitadas por clientes extranjeros", dice Dimitri Corti, CEO de Lionard Luxury Real Estate. “Solo el año pasado vendimos cinco importantes propiedades de la zona de Lucca, que contaban con una superficie media de entre 1.000 y 3.000 metros cuadrados”.
Elisa, además de reformar el edificio principal para transformarlo al estilo neoclásico, intervino en el jardín, modificándolo de acuerdo al gusto de la época. A raíz de ello, el Príncipe de Metternich escribió unas entusiastas líneas declarando que Italia nunca había visto un jardín inglés como aquel, con tal amplia variedad de plantas. Afortunadamente, la princesa dejó partes intactas del jardín del siglo XVII, que se han conservado hasta nuestros días: el Teatro dell'acqua, el Giardino dei limoni, la Peschiera, la Grotta di Pan y el más preciado tesoro: el Teatro di Verzura.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.