Los turistas chinos elevan un 51% su gasto en compras en España
Madrid fue la tercera ciudad europea donde estos visitantes se dejaron más dinero
Publicada 25/03/15Los turistas chinos que visitaron nuestro país el año pasado incrementaron su gasto en compras un 51%, según el estudio “España, destino top de los globe shoppers”, realizado por Global Blue, consultora de servicios para retailers del sector del lujo y turistas y operador internacional de Tax Free. A pesar de este incremento, España no figura entre los principales 25 países receptores de este mercado debido en gran medida a la escasez de conexiones aéreas directas y las rigideces en los visados turísticos, según explica el estudio.
El visitante procedente de China tiende a gastarse en compras el 70% del presupuesto del viaje y en España se gasta una media de 924 euros, alzándose como el turista más rentable. Según recoge el estudio, ocho de cada diez chinos reconocen abiertamente que su actividad preferida cuando viajan no es visitar monumentos o museos, sino ir de compras.
Según Global Blue, Madrid fue la tercera ciudad europea donde los visitantes chinos se dejaron más dinero, con casi 1.400 euros de media por acto de compra (+30,2%); sólo por detrás de Londres, con 1.559 euros, y París, con 1.874 euros. El informe explica que estos destinos, junto con Milán, Munich, Viena y Barcelona, conforman las llamadas “Siete maravillas del shopping”.
Sin embargo, Barcelona fue la ciudad que protagonizó el mayor crecimiento de ingresos, con un aumento del ticket medio del 69,4% en el último año, atribuible a la apertura, a mediados de 2014, de una conexión aérea entre Barcelona y Shanghai. Lo que le supone una gran ventaja sobre Madrid, que no cuenta con ningún vuelo directo, según destaca Global Blue.
El informe sostiene que el gasto en compras del turista chino tiende a ralentizarse por la desaceleración económica, pero aún así, su ticket medio seguirá rozando los mil euros, lo cual lo convierte en el globe shopper más rentable. Esta ligera moderación del gasto no sólo afectará a Madrid o Barcelona, también a las grandes ciudades competidoras como Londres, París, Milán y Viena.
El mercado ruso
Por otro lado, el mercado ruso, que también se distingue por su elevada capacidad de gasto, ha perdido poder adquisitivo debido a la devaluación del rublo y a la fuerte caída del precio del barril de Brent. Sólo entre Madrid y Barcelona se gastó de media el 10% menos, con un ticket medio de unos 535 euros por acto de compra, la mitad que el chino. Además, todo apunta a que los turistas rusos continuarán comprando entre un 2,5 y un 3% menos en los próximos meses.
El año pasado, ambas ciudades registraron los descensos de gasto ruso más acusados entre las urbes europeas antes mencionadas debido en gran medida a la fuerte estacionalidad de este mercado, una circunstancia que el estudio relaciona directamente con el gasto. Un ruso que viaja a capital catalana lo hace en meses de sol y playa, de ahí que su desembolso sea de los más bajos (466 euros), mientras visita Madrid en periodos invernales coincidiendo con festividades religiosas propias de su país, y por tanto, en fechas más propicias para ir de compras, gastándose casi 140 euros más que en la Ciudad Condal.
Conexiones aéreas y visados
A pesar de los crecimientos de dos dígitos, la escasez de conexiones aéreas directas con Asia explica en buena parte que España no esté siquiera entre los principales 25 países receptores de viajeros chinos en el mundo. El estudio calcula que la mera puesta en marcha de una sola línea aérea entre una ciudad como Barcelona o Madrid y otra extracomunitaria, a ser posible asiática, supondría una inyección de alrededor de 70 millones de euros al PIB y 370 empleos. Un impacto económico que se apoyaría en el aumento en 25.000 compras en los comercios, tantas como visitantes trae anualmente de media una línea aérea.
Para Luis Llorca, director de Global Blue en España, “el turismo de shopping es un motor de crecimiento de la economía de un país, siempre y cuando nos dirijamos al visitante adecuado, que hoy se encuentra, sobre todo en Asia". A su juicio, "es muy importante facilitar las conexiones entre España y esa parte del mundo, así como reorientar los mensajes y ofrecer a estos turistas una experiencia de compra de bienes de lujo que satisfaga sus demandas. Tenemos constancia que muchos chinos cuando viajan al extranjero regresan frustrados por haberse gastado menos de lo planeado”.
Las facilidades para atraer globe shoppers, especialmente chinos, también están relacionadas con la documentación exigida para entrar en España. Una política de visados múltiples, tal como se hizo hace unos años con Rusia, facilitaría la entrada de estos viajeros, sostiene el informe. Por el contrario, la amenaza de los llamados visados biométricos, aquellos que registran las huellas dactilares y el rostro, que podrían convertirse en obligatorios para entrar en el espacio Schengen, sería un obstáculo adicional.
Además, el estudio destaca que deben intensificarse las políticas de promoción de España en los destinos extracomunitarios más rentables, al tiempo que se debe trasladar un mensaje distinto al utilizado para el turista europeo.
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