Las Exposiciones Universales, un revulsivo para los destinos

Durante seis meses Milán se convertirá en el centro del mundo. Espera recibir 20 millones de visitantes, una elevada cifra para un enclave que acoge cada año más de seis millones de visitantes -en 2013 registró casi 6,4 millones, de éstos 139.858 fueron españoles-.Los organizadores prevén que entre 12 y 14 millones serán nacionales y el resto procederá de otros países.

Para acoger a tal cantidad de viajeros se han construido nuevos hoteles y se han hecho mejoras en el aeropuerto de Malpensa. Asimismo, y después de 15 años de espera y con ocasión de la Expo, en marzo abrió sus puertas el nuevo Museo de las Culturas de Milán (Mudec).

La Expo Milano 2015, que girará en torno a la seguridad y diversidad alimentaria bajo el lema “Alimentar el planeta, energía para la vida”, contará con la presencia de 148 participantes -145 países, entre ellos España, y tres organizaciones internacionales-. La muestra supone una gran oportunidad no sólo para el sector turístico de la ciudad, sino también para todo el área de Lombardía e incluso regiones vecinas, como Piamonte.

La Expo de Milán abre sus puertas el próximo día 1 de mayo. Imagen Shutterstock

Se calcula que desde comienzos de 2014, en la región lombarda se han abierto 1.000 nuevos establecimientos turísticos entre restaurantes, empresas de servicios, agencias y operadores turísticos. Además, según datos de Turismo de Italia (Enit), se estima en un 8% el incremento de las camas en la ciudad de Milán. En el aeropuerto de Malpensa se ha construido un tercer satélite que mejora la capacidad de embarque de la Terminal 1, al tiempo que se ha transformado su imagen, con un nuevo centro comercial inspirado en la popular Galería Vittorio Emanuele de Milán, según datos del Observatorio de la BIT, la feria de turismo de esta ciudad.

Además, los enclaves que acogen este tipo de eventos se benefician de un fuerte impacto promocional en todo el mundo antes de su inicio, ya que la imagen de la ciudad tiene mayor presencia en los medios de comunicación de todos los países desde que la Oficina Internacional de Exposiciones -el organismo que decide qué ciudad alberga el evento- se decanta por una ciudad candidata.

Dubai, en 2020

Una muestra de estas características supone una gran oportunidad para que los destinos puedan dar a conocer sus logros en aspectos como tecnología, cultura o arquitectura, y una gran ocasión para el sector turístico. Por esta razón realizan inversiones millonarias en mejorar sus infraestructuras, como las que ha anunciado Dubai, el emirato árabe que organizará la Exposición Universal de 2020 tras imponerse a las candidaturas de Sao Paulo, Ekaterimburgo (Rusia) e Izmir (Turquía). Se convierte así en la primera ciudad de Oriente Medio en organizar un evento de esta magnitud y ya ha empezado a trabajar para tenerlo todo a punto dentro de cinco años.

Bajo el lema “Conectar mentes, crear el futuro”, la muestra se centrará en la sostenibilidad y la necesidad de impulsar proyectos innovadores de energía solar y agua potable. La organización espera recibir más de 25 millones de visitas –en la actualidad recibe 10 millones cada año-, un 70% procedente de fuera de Emiratos. Árabes Unidos, y crear 277.000 puestos de trabajo.

Entre las infraestructuras previstas, esta ciudad Estado del Golfo duplicará su planta hotelera. De acuerdo con TopHotelProjects, empresa que recoge los proyectos hoteleros de todo el mundo en una base de datos, hay más de 60 nuevos hoteles de alta gama y lujo en construcción, con unas 29.000 habitaciones, que se sumarán a las cerca de 89.000 que ya tiene disponibles en estos momentos.

Pero la cifra será aún más alta, ya que en los próximos años la inversión se centrará en establecimientos de categoría media, de 4 y 3 estrellas. De este modo, y según los datos de la Dubai Corporation for Tourism and Commerce Marketing (DCTCM), la oferta crecerá en unas 160.000 habitaciones hasta 2020.

Sevilla, protagonista en el 92

Un buen ejemplo de lo que supone una gran exposición universal lo tenemos en Sevilla, que albergó este evento en 1992, coincidiendo con el quinto centenario del Descubrimiento de América por lo que su lema fue “La Era de los Descubrimientos”.

Se realizaron grandes inversiones en infraestructuras, que transformaron la ciudad y supusieron la construcción de nuevas carreteras, la estación de tren de Santa Justa y la ampliación de los aeropuertos de Sevilla, Málaga y Jerez de la Frontera.

España participa en la Expo de Milán con pabellón propio, una edificación en madera de más de 2.000 metros cuadrados.

Fue el año del estreno del AVE en España, que supuso el comienzo de una nueva era para el transporte en nuestro país, con la apertura de la primera línea del tren de alta velocidad, entre Sevilla y Madrid. En la capital de Andalucía se construyeron 16 nuevos hoteles, pero las mejoras de alojamiento afectaron también a Córdoba, Jerez y Chiclana de la Frontera. La Sociedad Estatal Expo 92 estimó el número de visitas en casi 42 millones, un 11% extranjeros.

La conocida como Expo-92 dejó un buen legado en la ciudad. Además de mejorar su reconocimiento en el mundo, se dotó de modernos transportes y de una gran diversidad de instalaciones. Una vez finalizada la Exposición Universal, se desarrolló un parque tecnológico, algunos pabellones se destinaron para usos administrativos, universitarios y de equipamiento para la ciudad, e incluso alguno se convirtió en sede de alguna empresa.

En lo referente al sector turístico, en 1997 se abrió el parque temático Isla Mágica. No obstante, se levantaron voces críticas contra la gestión de los terrenos que ocupó la muestra y sus instalaciones, muchas de ellas actualmente en estado de deterioro.

Este reportaje forma parte de la revista Hosteltur del mes de abril. También está recogido en el PDF adjunto.