Paralizadas las reservas a los destinos árabes

El sector emisor español no gana para sustos. A la crisis del consumo se han ido sumando otras que no le dejan levantar cabeza, y la mayoría tienen su origen en la actual situación geopolítica, con epicentro en el norte de África y el mundo árabe.

Primero fueron las revueltas en los países del Magreb las que cerraron estos destinos por la inestabilidad política, con especial incidencia turística en Egipto, Túnez, Siria y Jordania. En cuanto a la guerra de Libia, sin bien no es un destino turístico, su efecto ha generado otra crisis en el combustible que se repercute en las tasas aéreas que pagan los viajeros.

Y cuando la situación política se estaba normalizando en Egipto y Túnez, el atentado de Marrakech ha hecho que llueva sobre mojado y que los destinos del norte de África no acaben de recuperarse. La puntilla ha sido la alerta de viajes lanzada por Estados Unidos tras la muerte de Bin Laden.

Y a todo esto se une que en España se está a unas semanas de las Elecciones autonómicas, con el consiguiente efecto negativo que tradicionalmente tienen las épocas electorales en la marcha de las reservas.

El verano está perdido

A este respecto, los profesionales y empresarios consultados por HOSTELTUR coinciden en el negativo efecto que toda esta conjunción de acontecimientos está teniendo en el emisor español (al contrario que en el receptivo, favorecido por el redireccionamiento de flujos hacia los destines españoles).

El director general de Travelplan, Luis Mata, señala a este diario que “todo está paralizado. El 2 de abril fue el último vuelo y actualmente no tenemos nada programado a Egipto, Túnez o Marruecos”. El directivo del grupo Globalia considera que la alarma creada tras la muerte de Bin Laden “ha venido a dar la puntilla a una situación ya muy complicada de por sí. Todo lo que produzca miedo a volar es nefasto para el turismo”.

Desde la división de turoperadores de Orizonia indican a HOSTELTUR que Egipto “está muy parado” y que no han funcionado los intentos de relanzamiento, mientras que Túnez da tímidas muestras de recuperación gracias a sus precios más bajos. En cuanto a Marruecos -destino de menos importancia en volumen de reservas para este grupo-, se está a la espera de ver las reacciones del mercado tras el atentando.

Por su parte, el gerente de UNAV, Alberto Cejo, ha trasladado a este diario las respuestas que le han dado varias mayoristas especializadas en destinos del norte de África integradas en esa asociación, y señala que “el nivel de reservas a esos destinos es insignificante”. Cejo añade que “las compañías aéreas que vuelan para turoperadores “están dando todas las facilidades para las cancelaciones, sin coste alguno”.

Y sobre la alerta lanzada tras la muerte de Bin Laden, Cejo es cauto al indicar que “de momento el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha dicho nada, y los turoperadores se guían por sus recomendaciones, así que no hay ninguna novedad al respecto. Esperemos que no pase nada, desde luego no será el sector el que siembre la alarma. No obstante, el temor es libre y es posible que se resientan especialmente los destinos árabes”.

En la web de Asuntos Exteriores, dentro de las recomendaciones para viajar a Estados Unidos, se puede leer: “Se recuerda que en estos momentos ninguna región del mundo y ningún país están a salvo de posibles actos terroristas”.

Alternativas: Europa y España

Por su parte, Francisco Carnereo, presidente de ACAV, cree que “a corto plazo, y me refiero al verano, todos los incidentes en destinos pasan factura. Lo previsible es que se resienta Marruecos y se acentúe la crisis en el resto del norte de África por proximidad”.

Sobre la alerta lanzada por Estados Unidos, Carnerero duda sobre “qué destinos se verán más afectados, si los amenazados (Estados Unidos y Europa) o los árabes”. La gente es muy sensible, y ante la duda eligen otro destino.

Esta situación geopolítica está beneficiando a otros destinos, y en el caso del emisor nacional las principales alternativas a las que se está derivando la demanda es a ciudades europeas y algunas zonas de playa y turismo cultural, como Croacia y Turquía, además de los propios destinos españoles de playa, según coinciden en destacar las agencias de viajes y turoperadores.