El verano en Europa se alarga seis días por década
El fenómeno afecta el oeste del continente y la región mediterránea
Publicada 14/05/15El verano en Europa se ha alargado a un ritmo medio de seis días por década durante los últimos 35 años, según apunta un estudio sobre cambio climático realizado por investigadores españoles de varias universidades.
El calentamiento global y un fenómeno conocido como oscilación del Atlántico Norte (cambios en la temperatura superficial del agua) han contribuido a esta tendencia climática.
La autora principal del trabajo ha sido la profesora de la Universidad Pablo de Olavide, Cristina Peña Ortiz, que ha trabajado en colaboración con los investigadores Ricardo García Herrera y David Barriopedro Cepero de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Geociencias del CSIC, respectivamente.
El informe se publicará en la revista Journal of Climate de la American Meteorological Society.
Para calcular el momento de inicio y final del verano los investigadores crearon un algoritmo objetivo basado en umbrales locales de temperatura que aplicaron a una base de datos formada a partir de muestras diarias de temperatura recogidas en observatorios de toda Europa, para el periodo 1950-2012.
Los resultados revelan un alargamiento promedio del verano de 2,4 días por década para el periodo 1950-2012.
Sin embargo, a partir de 1979 el alargamiento alcanza valores de entre 5 y 12 días por década sobre el oeste de Europa y la región del Mediterráneo.
Oleadas de calor
Cabe recordar que, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el verano de 2014 registró una temperatura de 22,9 grados centígrados, lo que se significó 0,6 grados centígrados por encima de lo normal respecto al periodo 1971-2000.
Por otra parte, a medio y largo plazo las oleadas de calor en los destinos del Mediterráneo son un fenómeno climático extremo que podría ir a más, según se apunta en el informe “Evaluación de los efectos del cambio climático en la Eurorregión Pirineos para la mejora de la competitividad y eficiencia del sector turístico”.
Así, los destinos del Mediterráneo podrían alargar la temporada turística gracias al buen tiempo en primavera y otoño, pero en cambio sufrirían durante los meses julio y agosto más días “con una temperatura desagradable por el exceso de calor”. Es decir, con temperaturas medias iguales o superiores a los 30ºC.
Ver también Los fenómenos climáticos extremos amenazan el turismo.
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