Baleares: el Todo Incluido degenera en turismo de borrachera

¿Qué balance general hace de la temporada de verano en Baleares?

Es cierto que este verano se ha registrado un récord en la llegada de viajeros -la Primavera árabe se ha traducido para nosotros en turistas prestados- y que los hoteles han tenido una ocupación muy buena. Otra cosa es el poder adquisitivo de los turistas...

¿A qué se refiere?

El perfil de visitantes que recibe Mallorca es cada vez más de turista diésel, que anda mucho y gasta poco. Las empresas asociadas de ACOTUR hemos registrado un descenso de las ventas de entre el 18% y 25% respecto al verano del año pasado, dependiendo de segmentos y zonas de la isla.

La crisis habrá influido, supongo...

El problema también es que hemos pasado del Todo Incluido al todo vale.

¿A qué se refiere?

Según nuestras propias estimaciones, el 45% de las plazas hoteleras que se han ofrecido en Mallorca este verano correspondían a la fórmula de Todo Incluido. Pero aquí apenas hay controles de calidad. Resultado: llegan miles de turistas a cualquier precio que hacen de todo.

¿De todo?

Antes se registraban incidentes aislados. Pero este verano el incivismo ha sido la nota dominante, sobre todo en Playa de Palma y Magaluf. Hablo de borracheras continuas, balconing, vandalismo... Ahora tenemos un turismo con un perfil mucho más conflictivo. Las camareras de piso han visto de todo este verano, incluso defecaciones en los pasillos, y este año tendrían que recibir la Medalla de Mérito al Trabajo.

Me imagino que todo esto perjudicará la imagen de las islas.

Efectivamente, el turismo familiar se escandaliza y no querrá volver. Todo este descontrol, esta imagen tan negativa que hemos dado, tendrá un alto coste en el futuro. Piense que este año hemos salido -para mal- en multitud de medios de comunicación de Alemania y Reino Unido. Así será muy complicado fidelizar los turistas que nos interesan.

¿Temen ustedes que se acabe trasladando una imagen internacional de Mallorca como destino de turismo de borrachera?

De borrachera, de party-boat... Me refiero a esos barcos-bañeras que son discotecas flotantes con alcohol a tope, donde se han producido situaciones lamentables e incluso violentas. Y todo esto se refleja también en la calle, donde ves protitución violenta, robos, manteros...

José Tirado, presidente de ACOTUR.

Volvamos al todo incluido. ¿Cómo se ha llegado a esta situación de degeneración que ustedes denuncian?

Por un lado, los hoteleros dicen que los turoperadores y el cliente demandan la fórmula de Todo Incluido. De acuerdo, pero hay que ponerle límites, servicios de calidad, seguridad...Porque ahora tenemos un todo incluido agresivo y permisivo.

¿La Consejería de Turismo de Baleares no realiza inspecciones?

Quienes reciben las inspecciones somos los pequeños empresarios, no los grandes, que apenas son controlados. Hay demasiada permisividad por parte de la Consejería de Turismo. E insisto: el todo vale de hoy es pan para hoy y hambre para mañana.

Le veo muy preocupado...

Lo estoy. Estamos bajando de manera alarmante los niveles de calidad y bajando el listón de la promoción. Nos estamos cargando el futuro. El turismo de clase media no querrá volver.

¿Y cómo ven la próxima temporada de invierno?

Esa es la otra gran asignatura pendiente. Durante tres o cuatro meses se trabaja a tope en Baleares, pero al llegar octubre el panorama es desolador. La Consejería de Turismo tendría que incentivar la llegada de turistas en temporada baja, apoyando a aquellos operadores turísticos que apuesten por traer viajeros a las islas en invierno.

Alguna medida estarán haciendo para romper la estacionalidad...

El consejero de Turismo, Carlos Delgado, me dijo al llegar al cargo, en 2011: "Pepe, dame un año y verás el cambio"... La verdad es que estamos desilusionados y tenemos poca confianza en el futuro.