Destinos turísticos inteligentes: mejorar la gestión del destino y la experiencia del viajero
Pone en manos de los gestores una herramienta para mejorar la rentabilidad y la competitividad
Publicada 30/05/15Nunca como ahora los enclaves habían contado con tantos datos para conocer mejor el comportamiento de los viajeros y poder así diseñar productos más adaptados a sus necesidades. Es una de las consecuencias de los destinos turísticos inteligentes que no han hecho más que empezar pero que ya comienzan a mostrar su aplicación práctica.
En los últimos tiempos se ha hablado con mucha frecuencia de destinos turísticos inteligentes. Y lo que hace apenas cuatro años parecía un concepto impreciso e incluso sólo una tendencia en la que todo el mundo quería estar presente, empieza a tomar forma. En nuestro país se han puesto en marcha varias experiencias que evidencian que este proyecto está aquí para quedarse, ya que ofrece ventajas tanto para el gestor del destino como para el usuario.
Ha sido una de las prioridades del Ministerio de Industria, Energía y Turismo en la legislatura que está a punto de finalizar. A través de Segittur, puso en marcha el proyecto Destinos Turísticos Inteligentes, que a su vez ha creado la plataforma Spain in Apps para el desarrollo de aplicaciones que ofrecen al viajero información actualizada, geolocalizada y especializada por destinos.
Pero, ¿qué ha de tener un enclave para poder ser considerado como tal? “El destino inteligente es aquél que es capaz de recoger datos y utilizarlos para mejorar la gestión y su promoción y, de paso, dar mejor servicio al turista digital”, señala Antonio López de Ávila, presidente de Segittur.
Es decir, tiene una doble vertiente. Al gestor del destino le proporciona una gran cantidad de datos para conocer el comportamiento del turista y acercarse mejor a sus necesidades. Le permite tomar decisiones basadas en datos concretos y ser más eficiente en el desarrollo de los servicios que ofrece a este viajero. Por ejemplo, en el caso de una aplicación, puede conocer en qué puntos se ha conectado o qué tipo de rutas y lugares de compra le interesan, con la ventaja añadida de que resulta más fácil medir la estrategia desarrollada, ya que se pueden cuantificar las descargas. Sin olvidar la promoción que supone para el destino, ya que el viajero tiene más posibilidades de compartir su experiencia con su red de contactos.
Por otro lado, al usuario le hace más cómoda su estancia y más rica su experiencia, le permite estar conectado todo el tiempo que lo desee y pone a su disposición aplicaciones que le ayudan a encontrar con facilidad aquello que busca. El creciente uso del smartphone se ha convertido en un elemento clave para el desarrollo de los destinos turísticos inteligentes.
De hecho, el presidente de Segittur señala que “ya se puede apreciar cómo el móvil se ha convertido en un instrumento de marketing. Y estamos sólo al principio de lo que se puede hacer con la tecnología cuando se aplica bien”. Además, recuerda que aunque el destino recibe mucha información del viajero, éste mantiene su privacidad. No se conocen los nombres y apellidos, tan sólo algunos datos como su nacionalidad, rango de edad, en qué momento planifica sus visitas y qué lugares recorre en el destino, entre otras cuestiones de interés. Pero si el usuario no desea que se tenga ningún dato suyo, siempre tendrá la opción de no conectarse. “Se puede tener información del turista sólo si éste quiere. Somos totalmente respetuosos con su experiencia, porque lo importante es que el turista se sienta cómodo”, señala López de Ávila, aunque aclara que, hasta el momento, al viajero no suele importarle mucho y suele estar conectado.
Desarrollos concretos
El proyecto de ciudades inteligentes comenzó a desarrollarse en España en 2012. El primer paso fue la implantación del wifi gratis en El Hierro. “Fue un objetivo ambicioso, que no se había hecho nunca en el mundo, no se limitaba a un municipio, sino a toda la isla”, señala López de Ávila. Tres años después, sin prisa pero sin pausa, la estrategia ha llegado a otros muchos lugares. De los 11 destinos piloto, incluidos en el proyecto, Villajoyosa, Castelldefels, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Marbella y Lloret de Mar son los más avanzados en el desarrollo y ya se pueden apreciar buenos ejemplos de lo que significa ser un destino inteligente.
La capital grancanaria comenzó en marzo la implantación de un sistema de comunicación a dispositivos móviles a través de beacons (pequeños artilugios que emiten una señal hasta un radio de 50 metros usando la tecnología Bluetooth). Su objetivo es impulsar el turismo de compras entre los casi dos millones de turistas que recibe cada año la ciudad, en su mayoría de paso, ya que llegan en cruceros o proceden de los municipios turísticos de la isla. Los móviles provistos de una aplicación rastreadora pueden acceder a la información que les ofrecen los pequeños comercios a través del citado dispositivo.
Apuesta por la accesibilidad
Otros destinos se han centrado más en la accesibilidad, como Castelldefels y Villajoyosa. Han creado una aplicación que permite descubrir los recursos accesibles y con menores barreras arquitectónicas de estos municipios, además de otra app con toda la información de los mejores sitios para visitar con niños y en familia.
Palma de Mallorca, por su parte, ha puesto en marcha la mayor zona con wifi gratis por extensión de toda Europa, en Playa de Palma. El verano pasado llegó a tener 300.000 personas conectadas a la vez y funcionó sin ningún tipo de incidencia. “Es un caso de éxito total a nivel mundial”, afirma Antonio López de Ávila.
Servicios urbanos
Además de las iniciativas impulsadas por Segittur, se están llevando a cabo otros planes que utilizan la tecnología para mejorar el servicio del destino, como en Barcelona, que ha promovido varios proyectos dentro del concepto smart city fomentado por Ayuntamiento de la ciudad.
Uno de los más recientes ha consistido en la instalación de sensores en el área de estacionamiento de la Sagrada Familia que detectan la presencia o no de autocares aparcados y envían la información a diferentes repetidores que capturan los datos. Los conductores pueden conocer así la disponibilidad de plazas a través del teléfono móvil, de una página web o de las pantallas informativas ubicadas en las zonas de parada. Se pretende desmasificar el tráfico de autocares turísticos en dicho área.
También el proyecto Áppside, sostenido por la Fundación Orange y la empresa de guías interactivas GVAM, desarrolla aplicaciones móviles accesibles para todos los visitantes, especialmente para aquellos con discapacidad visual y auditiva.
Ambas empresas acaban de firmar un acuerdo con el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad para el desarrollo de una app accesible con rutas turísticas y culturales para cada una de las 15 que integran el grupo. Consistirán en guías multimedia para teléfonos móviles, con varios recorridos y contenidos audiovisuales, que guiarán a los visitantes por las calles y lugares de interés. La aplicación será totalmente accesible en lenguaje de signos, estará subtitulada y contará con audiodescripción para personas ciegas.
Este reportaje está publicado en la revista HOSTELTUR del mes de mayo y también está incluido en el pdf adjunto.
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