Seguridad aérea: pilotos y neurosiquiatras investigarán el impacto de la precariedad profesional
Publicada 11/06/15
El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) y la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) realizarán en conjunto estudios y proyectos de investigación de carácter científico sobre las condiciones del ejercicio profesional de los pilotos y su impacto sobre la seguridad de las operaciones aéreas, a fin de detectar los posibles riesgos vinculados a los cambios que ha experimentado la profesión con nuevos modelos de contratación, escaso control de acceso a la profesión y carencias formativas.
En tal sentido, el COPAC y la AEN han firmado un convenio de colaboración para la realización de estas investigaciones cuyos resultados se traducirán en una mejora de los servicios profesionales que reciben los usuarios del transporte aéreo y los ciudadanos en general.
“Cada vez hay una mayor inestabilidad profesional entre los pilotos debido a los nuevos modelos de transporte aéreo que se están imponiendo. La colaboración con la Asociación de Neurosiquiatría permitirá tener evidencias científicas de los efectos que la precariedad profesional puede tener en una profesión con una gran responsabilidad y vinculada directamente con la seguridad”, ha explicado el decano del COPAC, Luis Lacasa Heydt.
De igual forma, en el marco de esta iniciativa, se tiene previsto elaborar guías prácticas y medidas de seguridad concretas que mejoren la dimensión socio-técnica de la aviación y sus profesionales, con el objetivo de apoyar a las autoridades competentes e Instituciones responsables de la correcta gestión de las operaciones aéreas.
“Para la AEN la calidad de los servicios que reciben los ciudadanos y su bienestar es una prioridad. Los pilotos prestan un servicio público fundamental que debe hacerse en condiciones óptimas. Si no es así, pueden surgir riesgos psicosociales que deben detectarse y corregirse”, ha afirmado la presidenta de la AEN, Eudoxia Gay.
Puntualizan desde el COPAC que la firma de este acuerdo permitirá poner en marcha diferentes estudios que, sobre evidencias científicas, “detecten los posibles riesgos vinculados a los cambios que ha experimentado la profesión de piloto, con nuevos modelos de contratación, escaso control de acceso a la profesión y carencias formativas, especialmente en habilidades no técnicas y adaptación a los automatismos”.
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