TAP: vendido el 61% al fundador de la aerolínea brasileña Azul
Publicada 11/06/15
El Gobierno de Portugal ha vendido el 61% del acionariado de la compañía nacional TAP al consorcio Gateway, integrado por el fundador de la aerolínea Azul de Brasil y JetBlue Airways de Estados Unidos, el empresario brasileño estadounidense David Neeleman, y por el empresario portugués Humberto Pedrosa, del grupo de transporte Barraqueiro; por 354 millones de euros.
Fuentes cercanas a la compañía han confirmado a HOSTELTUR, noticias turismo, que Neeleman se ha adjudicado el concurso público lanzado por el Gobierno portugués para la privatización parcial de la compañía de bandera, en el que también competía con el empresario colombo-brasileño Germán Efromovich, que ya intentó hacerse con la aerolínea en 2012.
Según una información del diario portugués Económico, las dos ofertas que competían presentaron ofertas cuyo valor oscilaba entre los 250 y 350 millones de euros e incluían una renovación de 50 aviones para la empresa.
A finales de mayo, el Gobierno anunció que Avianca y Azul quedaban en la recta final por TAP, tras excluir al consorcio Quifel, liderado por el empresario portugués Miguel Pais do Amaral por no haber presentado una oferta vinculante y no cumplir con los requisitos mínimos legales para la compra de TAP.
La semana pasada, el gobierno tuvo que invocar una cláusula de "interés público" para desbloquear la privatización después que una orden judicial suspendiera el proceso (ver: El proceso de privatización de TAP queda suspendido por un tribunal) a dos días de que se cerrara el plazo para recibir la ofertas vinculantes de los dos consorcios participantes en la puja.
En los próximos dos años, el consorcio Gateway podrá adquirir el 34% del capital que ha quedado en manos del Estado portugués. El 5% restante corresponde a los trabajadores, si bien los pilotos reclamaban al Gobierno el acuerdo al que habían llegado hace años de renunciar a aumentos salariales a cambio de incrementar la participación en la empresa una vez fuese privatizada y que equivaldría a un 20% del capital.
Un proceso de tres años
A principios de agosto de 2012, el Gobierno portugués en consejo de ministros aprobó la privatización de TAP, un proceso que se llevaría a cabo en dos fases, mediante una ampliación de capital y la venta directa de las acciones representativas a uno o varios accionistas.
Desde entonces la aerolínea mantiene una deuda de más de 1.000 millones de euros y su venta es parte de un plan de liquidación de activos estatales, exigida por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dentro de los acuerdos para el rescate por 78.000 millones de euros que recibió Portugal. Era el primero de los activos en el sector aéreo del que se desprende el Estado portugués. En segundo lugar figuraba el gestor aeroportuario ANA.
Sin embargo, en ese primer intento, solo el grupo brasileño colombiano de Germán Efromovich, Synergy Group, mostró interés por la aerolínea y en el mes de octubre de 2012 se anunciaba que TAP era vendida al propietario de Avianca. Dos meses después, en diciembre de ese mismo año, Portugal rechazaba la única oferta por TAP y suspendía la privatización de la compañía. El Gobierno precisó entonces que la oferta económica rondaba los 340 millones de euros pero que fue rechazada por "no cumplirse algunos de los requisitos exigidos" en el pliego de condiciones del concurso público.
A finales del ñao pasado y en medio de huelgas y conflictos con el personal, el Gobierno portugués expresó su interés de retomar el proceso de privatización de la compañía de bandera. En febrero de este año y tras llegar a acuerdos con nueve d elos 12 sindicatos de la empresa, el secretario del Estado de Transportes, Sèrgio Monteiro, anunció que se reanudaba la privatización de TAP y se recibían ofertas hasta el 15 de mayo pasado.
Brasil, su principal destino
La compañía dispone de una flota de 55 aviones Airbus y pedidos de ocho A350-8 y cuatro A350-9 que recibirá entre este año y el próximo. Registra un tráfico anual de nueve millones de pasajeros. Opera a 80 aeropuertos. Como la mayoría de las aerolíneas de bandera, el principal activo de Transportes Aéreos Portugueses (TAP) son sus derechos de ruta, especialmente, las 12 que opera a su principal destino, Brasil, la primera economía latinoamericana y uno de los mercados emergentes. En Sudamérica, también opera con Venezuela, y tiene previsto volar este año a Buenos Aires, Argentina, y en 2016 a Santiago de Chile. Su red incluye dos destinos en Panamá y Estados Unidos y 14 en 10 países de África -Argelia, Angola, Cabo Verde, Ghana, Guinea Bisáu, Malí, Marruecos, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe, y Senegal-.
En Europa, tiene conexiones con España, segundo país al que opera un mayor número de rutas, ocho, en total; y también vuela, en algunos casos a varios destinos, a Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Estonia, Francia, Finlandia, Hungría, Países Bajos, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Reino Unido, República, Rumanía, Rusia, Serbia, Suecia y Suiza. Su programa cubre nueve rutas domésticas. Su hub principal es el Aeropuerto de Lisboa y, el secundario, el Aeropuerto de Oporto. TAP es socia de Star Alliance.
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