Exceltur desmonta los argumentos de la economía colaborativa

Estas cifras ya representan el 48% de la oferta de alojamiento turístico urbano y el 40% en los 10 destinos vacacionales con mayor oferta hotelera; pero llaman la atención los casos de Barcelona, donde las plazas en viviendas de uso turístico duplican las regladas (hoteles, aparthoteles, hostales, pensiones, etc.), concretamente 137.196 frente a 78.402; y Málaga, donde casi la multiplican por tres, 28.763 frente a 10.608. Una oferta que además crece vertiginosamente.

La vivienda vacacional ya representa el 48% de la oferta de alojamiento turístico urbano. Imagen Shutterstock

El estudio, basado en 150.000 encuestas oficiales, revela una realidad que desmonta los argumentos de la economía colaborativa:

- Los efectos socioeconómicos de las viviendas vacacionales se limitan a las zonas turísticas, donde se concentra el 73% de las plazas, mientras que la oferta reglada está más distribuida ya que este porcentaje desciende en su caso al 42%.

- Esto provoca un efecto expulsión de los residentes de estas zonas al encarecer el precio de la vivienda, tanto para los residentes como para el alquiler de larga duración; así como el deterioro de la calidad de vida para el 59% de la población local, según han apuntado las 50 asociaciones de vecinos consultadas para elaborar el estudio.

- La vivienda de uso turístico no genera nueva demanda, ya que el cliente posee un perfil sociodemográfico y de actitudes muy similar al usuario de la oferta reglada. No es un turista nuevo y no dejaría de visitar un destino si no tuviera esa opción alojativa.

- Su principal motivación a la hora de escoger este tipo de oferta es conseguir un mejor precio, además de disponer de una mayor amplitud de espacio y cocina para disfrutar de sus comidas sin salir de casa. La búsqueda de experiencias es a día de hoy un objetivo marginal para estos turistas en España, mencionado sólo por un 6% de los encuestados por Nielsen. El destino sigue siendo el primer elemento de elección del viaje.

- El impacto económico en el destino de los viajeros que se alojan en las viviendas de alquiler vacacional es un 84,8% menor al de los alojados en la oferta reglada, así como en generación de empleo: 9,8 empleos directos e indirectos por cada cien plazas en viviendas, frente a los 53,3 en los alojamientos reglados.

- Además, una parte relevante de esta oferta forma parte de la economía sumergida con unos tratamientos fiscales no contributivos, por lo que podríamos estar ante un potencial fraude cercano a los 432 millones de euros anuales, según refleja el estudio, resultado de aplicar un tipo impositivo medio del 21% a los 2.054 millones de euros que se calcula podrían ascender las rentas anuales de los arrendadores particulares, en el caso de que ninguno de estos propietarios estuviera declarando esos ingresos. Si a esta cifra se le añaden los 367 millones que podrían ingresar las arcas públicas si los arrendamientos entre particulares no estuvieran exentos del pago del IVA, la suma da como resultado más de 800 millones anuales.

- ¿Economía colaborativa? El 93% de las propiedades presentes en las plataformas P2P en diciembre de 2014 se ofrecían a cambio de una contraprestación económica, por lo que sólo respondían en esencia a los principios colaborativos el 7% restante. Asimismo el 44% de esas viviendas estaban gestionadas por empresas o propietarios con más de un piso ofertado, y la mayor parte no es la residencia habitual del anfitrión.

- El precio del alquiler por días supera “con mucha diferencia” el equivalente en larga estancia, un 43% en Madrid y un 126% en Barcelona, atendiendo a los precios publicados en el portal Idealista, lo que, según afirman desde Exceltur, desmiente que se haga para compartir gastos.

- La falta de regulación (frente a las 244 normativas que se aplican a la oferta reglada, las viviendas vacacionales han de responder ante cinco) le otorga a este tipo de alojamiento una importante ventaja competitiva, pues esos menores costes le facilitan una comercialización a precios inferiores. De hecho, de asumir la misma carga regulatoria el precio medio de venta por plaza tendría que subir de los 21,7 euros de media actual, en función de los 49.000 anuncios analizados, a 38,9 euros.

En el pdf adjunto se puede consultar la presentación del citado estudio.